El Objetivo se adelantaba al debate de investidura en su edición número 100 con la presencia en plató de cinco políticos que lidiaron con su pasado, por ejemplo, con las numerosísimas ocasiones en que los entonces candidatos Sánchez y Rivera aseguraron en campaña de forma vehemente que no iban a pactar el uno con el otro. Ante tanta palabrería, la audiencia prefirió seguir otro debate: el de Gran Hermano VIP, que fue lo más visto de la noche con las broncas en la casa tras la repesca del «Pequeño Nicolás» y el abandono de Julián Contreras Jr. También los Gipsy Kings en Cuatro atrajeron a más gente que los políticos.
Quizás porque no fue un día de zascas, de réplicas cortantes y a menudo ofensivas en una conversación, según la Fundéu. Aunque es una expresión muy extendida, desde el «zas» de los tebeos y el «zas, en toda la boca» de la serie animada Padre de familia, estas bofetadas verbales son especialidad de Ana Pastor.
La periodista ganó el premio a «Mejor Zasca del Año» concedido por el programa Zapeando, también de La Sexta. Fue por una entrevista a Esperanza Aguirre pero podría haber sido por otros a todos aquellos que se han atrevido a pasar por allí. No hemos visto ni a Rajoy ni a Sánchez que gustan de entornos más amigables, léase con Bertín Osborne, María Teresa Campos o Pablo Motos.
El incisivo estilo de la entrevistadora, que ya practicaba en Los Desayunos de TVE, es habitual en programas informativos en otros países y también en España en otros medios. Las pruebas de verificación, la sección Sé lo que hicisteis con el último contrato o su Maldita hemeroteca forman parte de reportajes en prensa escrita a diario. Pero esto es televisión y guste más o menos a los colegas, esperamos poder ver 100 «objetivos» más.
