Vivimos un tiempo muy raro en el que el único coste que se recorta sin ninguna dificultad es el salarial, de lo que se infiere que cuando todos los (pobres) diablos, no tengan que hacer, matarán moscas con el rabo (con permiso de los fabricantes de insecticidas). Por ejemplo, los trabajadores minusválidos que, antes de cobrar un euro, ya han conseguido que los empleadores cobren unos miles por ellos, más cuanto más dure el contrato. Lógico. «Luego, la empresa -me cuenta Lucia, minusválida- pagará menos a la seguridad social y lo mismo hará el trabajador, contribuir menos. Pero al final de la vida laboral, también cobrará menos de pensión, a no ser que trabaje el doble de años que un trabajador sin limitaciones», lo que no parece tan lógico.
Charlo en el bar con Lucía (nombre supuesto) que padece una grave desviación de columna y sordera aguda (enfermedades putativas). Pero su minusvalía es real y su empleo, casi. Está en la cincuentena y tiene un hijo sano (del que está muy orgullosa): «Él es el motor de mi vida. El otro día tuve que entrar en el hospital de noche y por urgencias. Si falto al trabajo, aunque sea por una causa justificada, me despiden. Tampoco podemos hacer horas extras, pero las hacemos y como no son legales ni pueden existir, aprovechan para pagarlas a cuatro euros». De lo que se infiere que sólo lo que no existe se puede vender bien o comprar barato.
Hay veces en que el mundo parece la obra de un demiurgo capullo y ciego. Este es el caso. Luego, te dejas de teologías y tratas de percibir el tipo de rutinas que permiten que un empresario sea presentado como un benefactor y luego, en privado, se comporte como un negrero, sobre todo entre maestros en el arte de retorcer la ley y hacerla pasar por un embudo. Y con minusválidos. Vicenç Navarro demostró, con datos espeluznantes, que en materia de asistencia social nuestro país esta más cerca de Tanzania que de Suecia. No se puede confiar todo al sacrificio de las familias: los padres mueren y los abuelos, más. Lo ideal son familias sólidas y acogedoras, pero individuos libres y autónomos, ¿no?
