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Martí

Baldoví, por fin

Compromís tiene un líder mayoritario y capaz de hacer sombra a la omnipresente Mónica Oltra. Baldoví, como buen jugador de «truc», se ha hecho con el protagonismo necesario para erigirse en la voz valenciana más pragmática en Madrid.

El universo Compromís es tan parecido al cataclismo cósmico, que se agradece un coro distinto al de Mónica Oltra, aunque sea de farol, como la mayoría de las veces de la lideresa. Joan Baldoví no solo se ganó ayer el jornal con su propuesta para un último intento desesperado de formar un gobierno a la valenciana en Madrid, sino que demostró que el Bloc „el partido mayoritario de la coalición de la naranja sonriente„, dispone de dirigentes capaces para asumir el protagonismo. Aunque duró doce horas, el intento de trasladar el acuerdo del Botànic „lo del Prado es muy del fangar„ a la Villa y Corte significa que Baldoví tiene espacio propio, más allá de las confluencias podemitas. Además hay que reconocerle también al de Sueca un poder omnipresente, porque estar en la entrega de los premios Max y al mismo tiempo otorgarse el papel de último mohicano para evitar elecciones, tiene tanto mérito que seguro que sus paisanos Bernat i Baldoví y Francesc de Paula Bruguera aún están celebrándolo.

Pero la jugada de Baldoví en Madrid fue en clave muy valenciana. Mientras Oltra tomaba el sol con Errejón, el líder del Bloc dejó claro que Compromís dispone de vida propia, que no necesita a Podemos para nada y que los pactos pasan a ser compartidos. Tras el hábil movimiento del diputado se terminó el rodillo de Oltra en Compromís. Baldoví asume el liderazgo al que renunció Morera, y pone en un aprieto a Àgueda Mico y Rafa Carbonell, esos dos subalternos que se postulan para las migas que deja Oltra. Es más, la fidelidad que ha demostrado Baldoví con el Consell que preside Ximo Puig está a pruebas de las bombas que suponen la arrogancia política de Pablo Iglesias.

Joan Baldoví sale en una posición privilegiada en esta segunda vuelta de las elecciones generales de diciembre, y con la fuerza suficiente para que Compromís no sea otra vez ninguneada por Iglesias y Oltra. Así que la más preocupada en estos momentos debe ser Rosana Pastor, una candidata que engañó al Bloc y que al final eligió Podemos cuando dejó de ser independiente.

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