Se le quedó corto lo de 21 días, así que Samantha Villar ha asumido en primera persona el reportaje más largo de su vida. A los 40 años, su maternidad le ha dado una ocasión única y probablemente irrepetible de documentar mirando a cámara los momentos más relevantes de su experiencia: desde la prueba del embarazo hasta el feliz parto de sus mellizos. Para una reportera es un reportaje único y, vista la primera entrega, resulta interesante y valiente en muchos sentidos. El sacrificio de la privacidad en favor del testimonio es una opción personalísima, respetable aunque pueda provocar pudor. Entiendo que el compañero de la periodista, Raúl, permanezca casi todo el tiempo alejado del foco. Recibir la noticia de tu paternidad grabándote en vídeo en la cama no es para todos los públicos.
Cuatro documenta desde esta semana y en tres capítulos esta aventura de la maternidad en su versión más contemporánea. Y Samantha acompaña su relato en primera persona con el de otras madres y parejas que afrontan una enfermedad fetal, una inseminación casera, la gestación subrogada o un tratamiento de reproducción asistida.
La periodista personifica muy bien la ahora habitual maternidad a edad tardía. Es el signo de los tiempos y condiciona el proceso: años de intentos y frustración, miedos y dudas. 9 meses con Samantha aborda un tema que interesa mucho a una franja de población importante y eso lo avala el éxito de audiencia de su primera entrega.
Creo que del reportero como epicentro de programas se ha usado y abusado en exceso, pero en esta ocasión se justifica al doblar la apuesta. No siempre me resulta creíble todo lo que Samantha dice mirando a cámara, pero ella tiene en esto más mili que Chicote y hasta se permite el vídeo selfi acompañando a unos papás en el paritorio. Dice una norma clásica del oficio que el periodista no debe ser nunca el protagonista de la noticia. Sin duda la acuñaron antes de que los realities cambiaran las reglas del juego.
HUÉRFANOS DE JORDI. El padre de la criatura se ha visto forzado a abandonarla por primera vez en más de 19 años. Fue el martes, cuando Saber y ganar se emitió sin Jordi Hurtado saludando la tarde en La 2. Un problema de salud, al parecer sin gravedad, ha obligado al presentador más longevo y fiel a faltar a su cita. Será cosa de días, pero las bromas sobre esta señal del fin del mundo han desbordado internet. Luis Larrodera, su sustituto, le llama por teléfono para bromear en antena sobre su inmortalidad. Jordi anuncia un pronto regreso y confirma lo que todos sospechamos: que lleva una eternidad trabajando en El ministerio del tiempo.
