Dos años ya escribiendo en este periódico. Me lo recuerda Facebook una mañana en la que no consigo despertar ni tras la ingesta desmesurada de café. Topicazos made in Spain fue mi primera columna, desde entonces muchas cosas han cambiado y a la vez todo está tal cual estaba. Unas cuantas canas de más y muchas horas de televisión a mis espaldas para que hoy volvamos al punto de inicio, a los tópicos que tan españoles nos hacen. Porque tras la semanita que llevamos con el grupo de turistas chinos de vacaciones por nuestro país, mi columna de hoy bien podría llamarse como aquella que dio inicio a este espacio que comparto con ustedes. Hay que ver, con la de cosas que pasan en el mundo, y ya no les cuento en nuestro país, y que la noticia de los turistas chinos cuyas vacaciones ha pagado su jefe haya abierto informativo de múltiples canales de televisión durante prácticamente toda la semana.
Con unas elecciones (otra vez) a la vuelta de la esquina, con corrupción, papeles, escándalos y un sinfín de temas más, y que sean unos simpáticos orientales los que bailando un zapateo den prácticamente la bienvenida en cada emisión de informativo. Y todo el país pendiente de ellos, oiga. Luego se pregunta una por qué, tras la que hemos pasado y todavía arrastramos, no cambian las cosas de verdad. Por qué no se hunden los que han hundido al país, por qué seguimos con la idea de ser país de paella, sol y playa en el que abundan los centros comerciales que trabajan sin descanso y donde faltan las empresas y la industria que den trabajo al exceso de titulados que cada año salen de nuestras aulas... Mientras las televisiones de nuestro país actúen de forma similar a una obra dirigida por Luis García Berlanga poco podemos hacer para intentar cambiar las cosas, pues el ciudadano ve, en la mayoría de las ocasiones, ni más ni menos que lo que se le muestra.
