Hasta ahora hablábamos de gestión de residuos como algo marginal (algo habrá que hacer con lo que nadie quiere), motivo de interés de gente rara. Los muy concienciados (y los alumnos de Primaria, gracias a los esfuerzos de sensibilización ambiental) saben de las tres r de los residuos: reducir, reutilizar, reciclar. La cuestión no es ya cómo mejorar la gestión de lo que estorba, sino replantear el sistema económico en su conjunto, desde el diseño de cada producto. Antes que el reciclado viene el ecodiseño, el aumento de la durabilidad (prohibición de la obsolescencia programada), el incremento de la reutilización y la prevención de la generación de residuos.

Y no es sólo un concepto teórico, ha llegado para quedarse. Con objetivos marcados: la Unión Europea nos señala que para 2030 el porcentaje de residuos domésticos destinados a vertedero no podrá superar el 10 % de las cantidades generadas; el 65% de los residuos domésticos se reciclará o preparará para la reutilización; y no será posible mezclar restos orgánicos con otro tipo de residuos a la hora de recoger residuos domésticos

¿En qué punto estamos los vecinos del Consorcio Valencia Interior? Con mucho esfuerzo, estamos recuperando en nuestras plantas una parte sustancial de los materiales que contienen nuestros residuos (un 9-10 % en forma de materiales directamente recuperables, otra fracción importante en forma de abono orgánico) pero hoy no somos capaces de evitar que el 44 % de los residuos que gestionamos acabe en nuestro vertedero. (En España, el porcentaje medio de residuos domésticos que va a vertedero supera el 60 %).

La implementación de la recogida separada de materia orgánica por parte de nuestros municipios, y la mayor participación de los vecinos en nuestras redes de ecoparques y contenedores de recogida separada, así como la internalización de los costes ambientales en el precio de los productos y la coordinación de políticas en ecodiseño, durabilidad y segundo uso de materias recuperadas, permitirá que poco a poco nos vayamos acercando al objetivo de residuo cero.