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José Sierra

La búsqueda del equilibrio ambiental

La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural „algún día alguien calculará la huella de carbono que supone poner estos nombres tan largos„ ha emitido Declaración de Impacto Ambiental (DIA) condicionada, como toca, a la extracción de turba en el parque natural del Prat de Cabanes Torreblanca. Detrás de la noticia está la propia DIA, un «trámite», o mejor, un resumen de los muchos trámites que hay que hacer para valorar si una actividad humana es compatible con la preservación del medio ambiente. La lectura de estos documentos, resulta, a veces, fascinante. Las hay que contienen un acumulo de informes favorables y algunos desfavorables pero no concluyentes y que desde la página 1 anuncian un «final feliz». Otras, por el contrario, parecen cargar del lado de la incompatibilidad del proyecto juzgado con la conservación del medio ambiente aunque por el camino„de la lectura„ se intuye que en algún momento, al girar un recodo, algo cambiará para hacer posible una conclusión final favorable cargada, eso sí, de condiciones de obligado cumplimiento que luego alguien debe vigilar que se cumplan. Y ahí es donde hace aguas el sistema.

La mayor parte de las DIA son ejercicios de precisión en los que los funcionarios ponen lo mejor de si mismos y se esfuerzan porque existan realmente elementos para juzgar los posibles impactos de la actividad. La del Prat de Cabanes nos ha parecido una pequeña maravilla. Disfrutamos de su lectura. Alguien quiere sacar turba, como se hace tradicionalmente en el espacio natural. Se explica al ciudadano el dónde, el cómo, el cuando se hará y se analiza cada opción.

En la DIA hay sitio para las alegaciones de quienes se oponen y por qué „en este caso la Unió de Llauradors, que atribuye a la extracción de turba la salinización de los cultivos„ y también para el docto informe de grandes especialistas como Ignacio Morell Evangelista. Al final hasta se dice que una explotación ajustada a ciertos criterios puede incluso favorecer la presencia de aves y especies protegidas en un paraje también protegido. Lo dicho: casi una novela que pueden leer en el Diario Oficial de la Generalitat del 17 de mayo.

jsierra@epi.es

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