Voto rogado. Hay expresiones que se delatan solas y ésta viene de la época en que el autor del Poema de Mío Cid ya deploraba la actitud de los poderes públicos: ¡Dios, qué buen vasallo si hubiese buen señor! Voto rogado es el que han de practicar los dos millones largos de españolitos, jóvenes en general, que viven o sobreviven esparcidos por toda la faz de la Tierra, si quieren ejercer su derecho al voto, lo que implica un número de gestiones, gastos, esperas, plazos y pólizas que vienen perfectamente descritas, con carácter visionario, en El proceso de Kafka (la película es de Orson Welles y es perfecta).
Los abuelitos de las residencias pilotadas por buenas hermanas, que a menudo tienen el sistema neuronal lanzado a una pista de patinaje, parece que no tienen tantos problemas para depositar su voto, aunque el votante tenga su voluntad en fase diarreica. ¿Será porque votan apropiadamente? Como ustedes saben, también hay comisiones rogatorias, pero es una humildad impostada que practican los jueces cuando tienen que tratar con un colega de otro país al objeto de que no se ampare en la soberanía nacional para no mover un dedo. Asimismo, existe el suplicatorio que se debe presentar al Congreso o al Senado o a un parlamento autonómico cuando el juez pretende procesar a un parlamentario por tratarse, salvo error, de un mastuerzo y chorizo declarado. A Rita le puede pasar.
Nuestra Administración es más antigua que las enaguas de Estrellita Castro. ¿Rogado? ¿Rogatoria? ¿Suplicatorio? El caso es que el voto por correo es el que ha salvado a Austria de tener de presidente a un fascista de rostro amable (valga el oxímoron) desplazado por el abuelito de Heidi bajo especie ecologista. Así pues, no hay más remedio que saltarse todos los obstáculos que al consejo de ancianos que rodea al rancio de Pontevedra se les ha ocurrido disponer a lo largo de la pista para que el mocerío se descalabre. Abstenerse cuando se dan las condiciones mínimas, es de tontos: sólo consigues que el adversario necesite menos votos para ganar. Súplicas y ruegos sólo por conducto sobrenatural.
