Igual que lo más urgente no suele coincidir con lo más importante, a menudo tampoco resulta para muchos lo más interesante. Si no que se lo digan a los que se encargan de elaborar las parrillas televisivas de cada día. Las cadenas están hiperpobladas de programas intrascendentes, que no nos aportan ni frío ni calor, solo un buen ratito al espectador y unos suculentos datos de audiencia a quien corresponda.
En esto coincidía hace unos días con una amiga para quien lo urgente eran los papeles que se le acumulaban en la mesa de su oficina esperando a que les diera salida. Lo más importante para ella tiene nombre y apellidos y dos años de vida.
La conversación entre urgencia-importancia-interés surgió a raíz de una información que leyó en estas mismas páginas hace algunas semanas. TVE anda preparando un programa en el que busca a los profesores más creativos de España. «Poder canijo» lo han titulado desde el ente público. Mi amiga también llama «canijo» a su primogénito, pero desde el respecto y cariño más absoluto, no se vayan a pensar.
El caso es que RTVE quiere ofrecer un programa de entretenimiento para toda la familia en el que prime la pasión por la docencia y demostrar que las clases pueden ser divertidas. El concepto „y más para la televisión de todos„ no puede estar mejor planteado. Ahora habrá que ver los resultados.
El contenido parece bueno pero, como en «MasterChef», el emplatado cuenta. El reto de RTVE ahora es hacer un plato rico, con fundamento y bonito. Hacer valer que lo importante „la educación, sobre todo si es motivante„ puede ser interesante, y „¿por qué no?„ hasta divertida. El desafío no es baladí.
