Conocedor de todos los recovecos que encierra la financiación autonómica en España, mucho antes incluso de que a ningún político valenciano le interesaba esta cuestión, el próximo Síndic Major de Comptes de la Comunitat Valenciana, Vicent Cucarella (Alzira, 1967), responde al perfil no político que ha provocado un consenso casi inusitado para que todo el arco parlamentario acepte su designación sin poner trabas.
Cucarella, que estudió en Algemesí y reside en Massanassa, es un experto en financiación, pero ante todo un divulgador, que busca que sus estudios académicos trasciendan para acercarlos a la ciudadanía. En año y medio ha participado en una treintena de charlas en municipios, la última la pasada semana en Alaquàs. Consciente de que la financiación no es una materia que desate pasiones, el futuro Síndic aspira a acercar los problemas diarios que esa falta de financiación provoca entre los valencianos. Porque si algo tiene claro es que este territorio siempre sale perdiendo en el reparto.
Cuando la próxima semana el pleno de las Corts oficialice su designación y nombre de nuevo a Antonio Mira-Perceval y Marcela Miró, la Sindicatura de Comptes tendrá como responsable no sólo a un divulgador, sino a un apasionado de la naturaleza, el medio ambiente y la defensa del territorio. Nombrado a instancias de Compromís, Cucarella no tiene pasado ni vinculación política, ni carné, ni siquiera había hablado antes con quien le ha propuesto, el portavoz parlamentario de la coalición, Fran Ferri.
El nuevo jefe de los auditores ya ha acudido varias veces esta semana a la Sindicatura de Comptes, donde ha mantenido reuniones con el personal y se ha familiarizado con el funcionamiento interno de la entidad que la próxima semana ya dirigirá. Este lunes ha realizado el traspaso de poderes oficioso tras un encuentro con el síndic saliente Rafael Vicente Queralt.
A la sede de la calle de Sant Vicent, repleta estos días de turistas, Cucarella ha llegado en bicicleta, toda una declaración de intenciones. Quienes le conocen aseguran que no es absoluto una pose ni un gesto a los nuevos vientos políticos que soplan por este territorio, ni un homenaje a la formación que lo ha nombrado. Nada de eso. Cucarella es un convencido de la necesidad de construir un mundo más sostenible. Dedicado a la investigación económica prácticamente la mitad de su vida „leva 25 de sus 49 años en el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE)„ quienes han seguido su trayectoria apuntan que le apasionan las cuestiones sociales ligadas a la economía.
Es un perfil completamente diferente al de su antecesor anterior, que abandona el cargo por jubilación. Y en un campo tan técnico y farragoso como el de la auditoría pública, Cucarella aportará frescura. Aseguran que tiene en mente incluir informes para hacer más entendible el trabajo de los auditores para el ciudadano.
Un prolífico escritor
La próxima semana se convertirá en el máximo responsable de controlar el espeso bosque de la Administración valenciana y todas sus ramificaciones en el sector público y los ayuntamientos. Lo hará también con una faceta pedagógica muy desarrollada. Convertido en un prolífico escritor, el futuro Síndic de Comptes acaba de publicar con la editorial Bromera, cuya sede está en Alzira, la ciudad en la que nació, dos libros, los dos divulgativos: uno sobre las finanzas autonómicas y otro sobre economía sostenible.
En ellos incide en que los recursos son limitados, lo que obliga ser más eficientes en el gasto público. Un hacer más con menos que obligue a la Administración a que cada euro público se gaste con la máxima eficiencia. Cucarella no ha perdido el tiempo en sus años en el IVIE y se ha convertido en uno de los grandes expertos valencianos en financiación autonómica, otra de sus debilidades.
También ha publicado varios libros sobre el sector público y monográficos sobre el gasto sanitario o el educativo. De sus estudios comparativos sobre prestaciones de servicios en diferentes autonomías, el futuro responsable del órgano auditor no tiene dudas y de paso rompe el mito: los valencianos gastan poco. Muy poco. Porque tienen ingresos por debajo de la media. Aunque admite que en algunos ámbitos se ha despilfarrado, de sus trabajos se deduce que todos los modelos de financiación que se han aplicado en España han tenido siempre un denominador común: el de «cambiarlo todo para que todo siguiera igual». Así, modelo tras modelo, la Comunitat Valenciana siempre se ha situado a la cola en el reparto de fondos.
Es, además, un crítico con el actual sistema del cupo vasco y navarro que perpetúa el estatu quo, pero no porque no crea que tienen derecho a una foralidad que los valencianos perdieron y no supieron recuperar, sino porque se trata de dos autonomías ricas que se benefician del sistema en vez de aportar a la caja común. Por eso es partidario de recalcular la aportación de vascos y navarros para que sea compatible con el resto de la financiación autonómica ya que en la actualidad a la solidaridad sólo aportan las comunidades de régimen común. Llega Cucarella, además, a una institución mucho mejor valorada fuera de la Comunitat Valenciana que dentro del territorio y de la que se han copiado en el exterior incluso métodos de trabajo. Una entidad que el nuevo síndic hereda de Rafael Vicente Queralt, que abandona el cargo tras 13 años al frente y que este alcireño se apresta a reforzar.
Ante él, todo un oceáno de dinero público que controlar: los 16.000 millones de euros anuales que mueve la Generalitat y varios miles más en los ayuntamientos.
