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De errores, soluciones y conflictos

Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se equivocó, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer», decía el poeta inglés Alexander Pope. Sin embargo, siendo más prosaico, Henri Ford explicó que «no encuentres la falta, encuentra el remedio». Una idea, esta última, que deberían aplicarse en algunas admministraciones públicas.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, por ejemplo, ha sabido hacerlo. Es cierto que ha tardado nada más y nada menos que un mes en anunciar que rotulará las señales de tráfico en valenciano y en castellano, como le pidió el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues. La dilación, justificada en el consistorio por la necesidad de un informe jurídico sobre el asunto, es harina de otro costal. Una persona lega como yo pensaba que con leer el Real Decreto 6/2015 de 30 de octubre de la Ley de Tráfico, bastaba. De hecho el propio delegado del Gobierno „que también lleva un rejón clavado en forma de incumplimientos de la Llei D´Ús en cartelería de su competencia„, ya lo citaba en su requerimiento. Pero los servicios jurídicos municipales „dicen„ han necesitado un mes para elaborarlo (?).

Pero mientras Ribó es capaz de reconocer el error y restaurar la legalidad, cuando la restaure, claro, en la conselleria de Economía de Rafael Climent han entrado en un bucle con la restricción de los horarios comerciales. Los intentos del director general de Comercio, Natxo Costa, de restringir las aperturas en uno de los departamentos de más difícil mestizaje, en un tema que lleva a interpretaciones diferentes del Pacte del Botànic, ha terminado por convertir la actuación de la Administración en un foco de conflictos.

La cierta estabilidad que se había conseguido en Valencia ciudad con el pacto comercial ha saltado por los aires. Es más, las rebajas que se inician hoy han significado un pistoletazo de salida para la apertura en festivos en toda la ciudad. El informe jurídico que solicitó en su día la secretaria autonómica, María José Mira „ algo lógico, por otra parte„ para pronunciarse sobre el recurso de alzada de El Corte Inglés de Alicante se ha terminado convirtiendo en una auténtica bomba en la línea de flotación de la conselleria. Con recursos en diferentes instancias judiciales, amenazas de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia y dinamitadas las zonas de afluencia turística por varios frentes, la solución al problema o a una promesa electoral ha sido crear otro problema aún más complicado de resolver. Ya decía San Agustín hace dieciseis siglos: «Equivocarse es humano, perservar voluntariamente en el error es diabólico».

Por cierto, y cambiando de tema, me está empezando a preocupar la ausencia de noticias sobre Venezuela. Ni en las televisiones, ni en las radios, ni en los periódicos,.. ¿Habrán desaparecido las largas colas de las tiendas? ¿Se habrá reinstaurado la libertad de expresión? ¿Habrán desaparecido los presos políticos?

Desde el 26J, curiosamente, silencio administrativo.

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