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Hemingway en la agenda

Cuando se celebran 90 años de la publicación de El sol también se levanta (titulado como Fiesta en España), veo que ha encontrado más eco que lo habitual, que es poco o nada. Ernest Hemingway lo escribió en España en 1925 y se publicó en 1926 en Nueva York, con éxito de crítica y de ventas, lo que para él era una sorpresa. No veo que en instancias oficiales, en las instituciones valencianas se hay movido nada para apuntarse ni ahora ni cara a un futuro inmediato. Me temo que Hemingway será un caso pendiente.

Tras celebrar varias veces el Día de Hemingay y encontrar en los medios una buena acogida que se plasmó en recorridos y reportajes, hace tiempo que presentamos una propuesta al Ayuntamiento de Valencia, para que moviera ficha, y avalada por unas cuantas firmas del mundo cultural local. Propusimos algo sencillo, como colocar una lápida en la finca en la que estuvo la pensión donde residió y la escribió, o buscar una calle para dedicársela, así como en ese futuro Parque Central junto a la Estación del Norte, dedicar una de las naves a biblioteca y ponerle su nombre? No mucho al fin y a la postre.

No encontró el eco adecuado con la administración del PP y el pliego y el dossier deben dormir del salón en el ángulo oscuro, sin que el departamento de Cultura haya hecho nada, ni siquiera preguntar, por si acaso, como tampoco parece tener mucho interés Turismo, para aprovechar como hilo conductor y crear un eje o un triángulo Pamplona-Madrid-Valencia. Por ello este año no nos vemos con ánimo para montar la comida ritual y hacer el paseo por algunos de los sitios de Valencia que visitó en sus múltiples viajes o que inspiraron célebres pasajes de sus novelas y cuentos. Veo que en una película recién estrenada, Mi panadería en Brooklyn, se hace alusión a la estancia del periodista y escritor en Valencia. No deja de sorprenderme.

Como este verano va a apretar el calor, me parece que le daremos un respiro al asunto a ver si mientras, nuestras autoridades, tan obsesionadas por los sondeos y los escrutinios, tienen tiempo de estudiar el tema y en la Gran Fira de Valencia, a la que vino en tantas ocasiones, hay un sitio para este representante de la cultura universal y cosmopolita. Sé que se han fijado otras prioridades, y me parece legítimo, ocuparse de la gente, de los sin techo, de los que no tienen ni trabajo ni subsidio, de los barrios desfavorecidos, de aclarar las cuentas y que este extremo queda postergado por tanto entre tanta urgencia como hay. Y espero que en estos campos tengan resultados tangibles.

Hemingway será una asignatura pendiente, como hay tantas. Y siempre habrá quien lo eche en cara, o quien quiera sacar tajada (que también). Se pueden llenar la boca de orgullo localista con nuestras celebridades, los famosos y famosas. Y siempre será una ocasión perdida, una oportunidad mal aprovechada, en literatura, en cine, en gastronomía, en memoria histórica (pues sí). Camino del 21 de julio que él celebraba aquí cuando podía, no está de más reflexionar por esta falta de reflejos, como en tantos otros campos. Nos falta músculo y nos dedicamos demasiado a sentirnos víctima de Madrid. Nos hemos de poner las pilas y hacer las cosas por nosotros mismos. Pongamos a Hemingway en la agenda.

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