Telecinco vuelve a liderar la audiencia de informativos en julio con solvencia. El público soberano ha optado preferentemente por conocer el menú de la actualidad veraniega de la mano de Pedro Piqueras y su equipo: terrorismo brutal, sucesos impactantes, altas temperaturas, incendios, muchas curiosidades y una poca política de relleno porque la negociación de investidura tampoco da para más. Lo sirven todo muy rápido y, siempre que se puede, simpático. Probablemente Pokémon Go es hasta ahora el rey de las noticias triviales del estío. El mundo global, la aldea de McLuhan, logra que la excentricidad que ayer triunfó en Central Park hoy sea visible en cualquier playa.
Un hombre, no un niño ni un joven en su más benevolente y extenso concepto, se agacha con su móvil entre las mesas del chiringuito para cazar un pokémon.
La mayoría de las miradas son curiosas y benevolentes, aunque también algún murmuro lo califica de gilipollez. Ni siquiera en bañador nadie renuncia a su teléfono, espada jedi de los mortales y artilugio capaz de convertirnos en cazadores, fotógrafos de platos y copas, cronistas sociales... Aunque ya no siempre lo parezcan, antes solo servían para hablar con cualquiera a distancia y nadie los usaba con un palo. Otro tema menor de largo recorrido en estos últimos días ha acabado con final feliz: el niño se llamará Lobo y Félix Rodríguez de la Fuente estaría orgulloso porque no hay mayor prueba de que el estigma ha muerto si ningún urbanita teme al que fuera animal feroz. La justicia se ha plegado a la voluntad libre de los progenitores y, en vista del éxito, solo es cuestión de tiempo que algún cazador de fama se anime a inscribir a su cachorro como Pikachu.
