Hay varias actuaciones que provocan una mitigación de la isla de calor en las ciudades. En primer lugar, la creación de zonas verdes „parques o zonas arboladas„ se ha demostrado que tiene una influencia clara en las temperaturas, especialmente las diurnas. Las zonas verdes provocan una disminución de las temperaturas, lo que repercute en una menor mortalidad de las personas, una disminución en las necesidades de refrigeración de las viviendas y una disminución de las probabilidades de formación de smog fotoquímico (o contaminación del aire). Además la correcta planificación de la ciudad, con una alineación de las calles, favorece la llegada de las brisas diurnas que refrescan las vías urbanas. La elección correcta del factor de visión del cielo de las calles no debe ser muy elevado porque provoca una elevación de las temperaturas especialmente del suelo urbano, ni tampoco muy bajo pues impide la correcta ventilación y favorece unas temperaturas más altas. La creación de tejados verdes en los edificios, junto a las fachadas con vegetación, también disminuyen la necesidad de climatización. Y la creación de zonas con agua, como pequeños estanques, disminuye la temperatura del entorno de estos lugares.

getaule@terra.es