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Un escándalo llamado Barroso

Una alianza de ONGs a favor de la transparencia en la política acaba de lanzar una petición ciudadana para que se pongan límites mucho más rigurosos al abuso de las puertas giratorias en la Comisión Europea.

La gota que ha colmado el vaso ha sido la reciente noticia del nombramiento como presidente ejecutivo de Goldman Sachs del ex presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso.

Preciso es recordar, aunque pocos seguramente lo habrán olvidado, que el mayor banco de inversión del mundo, en el que han trabajado algunos de quienes nos gobiernan, fue también uno de los principales responsables de la crisis de las hipotecas basura y que ayudó a maquillar las cuentas de Grecia para que el país entrara en la Unión Europea.

"Barroso ha superado claramente otros escándalos anteriores al fichar por un banco muy polémico dado su papel en el desencadenamiento de la crisis financiera de 2008 y en su cabildeo contra la reglamentación por la Comisión Europea del sector bancario", afirma Vicky Cann del Observatorio de la Europa Corporativa.

"La existencia de esas puertas giratorias en la UE afecta negativamente a la toma de decisiones en materias de interés público. Los ex altos cargos de la UE pueden abandonar la política, pero conocen las instituciones por dentro y por fuera y saben qué hilos mover a favor de sus nuevos jefes", agrega esa ONG en un comunicado.

La delegación socialista en el Parlamento europeo ha propuesto que se le retire a Barroso la pensión vitalicia que podrá cobrar tan pronto como cumpla 65 años y que rondaría los 18.000 euros mensuales, un 80 por ciento de lo que cobraba mensualmente al frente de la Comisión.

Aunque muchos ex comisarios han pasado ya antes a ocupar puestos "comprometedores" desde un punto de vista ético en grandes empresas "es el primer escándalo de puertas giratorias en el que está involucrado un ex presidente de la Comisión, algo que enoja especialmente a la ciudadanía", dicen las ONGs denunciantes.

Las organizaciones "Alianza por un Cabildeo Transparente" y "Alter-EU", junto a otras como "WeMove EU", reclaman una prohibición de tres años - ¿sólo tres?- como mínimo antes de que cualquier ex comisario pueda dedicarse al cabildeo u ocupar un cargo que represente un conflicto de intereses.

Al mismo tiempo, abogan por el establecimiento de un comité de ética totalmente independiente y transparente que pueda investigar y tomar decisiones sobre ese tipo de casos y adoptar sanciones en caso de que se violen las reglas.

Antes del escándalo Barroso, más de un tercio de sus compañeros de la segunda Comisión presidida por el portugués, pasaron a ocupar puestos de responsabilidad en grandes empresas o en organizaciones ligadas a ellas y lo hicieron con autorización de la misma.

Así, por ejemplo, el ex comisario de Comercio belga Karel de Gucht pasó a la presidencia de ArcelorMittal, la mayor empresa siderúrgica mundial, mientras que la ex comisaria holandesa de la Competencia y la Agenda Digital Neelie Kroes ha sido contratada por la empresa digital de taxi alternativo Uber.

Recordemos que Kroes fue una de las voces más críticas en Europa contra los intentos de los gobiernos europeos de limitar la expansión de esa empresa norteamericana, por lo que no es difícil ver tal nombramiento como un favor por los servicios prestados.

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