Vaya por delante mi absoluta falta de interés por el juego en cualquiera de sus formas y mi preferencia por el arte, la lectura o el cine como forma de ocupar mi ocio. No es fácil que preste atención a los videojuegos, a pesar de tener hijos pequeños que disfrutan con el FIFA o el Pou. No obstante, Pokemon Go presenta un conjunto de novedades que lo hacen muy interesante desde el punto de vista sociológico para una generación que crecía encerrada frente a las pantallas de los ordenadores y estaba perdiendo el contacto con la calle.

La mayor ventaja que ofrece Pokemon Go es la de potenciar el uso del teléfono móvil en el exterior, su redescubrimiento de la ciudad, aunque sea a través de la realidad aumentada, su potenciación de las aplicaciones de los llamados smartphones y una nueva forma de juego menos sedentaria y más socializante. Si los videojuegos on line permitían recuperar el contacto con los amigos, frente a la soledad del binomio jugador-máquina, esta nueva forma de jugar ha dado un paso importante para romper por completo el aislamiento del jugador.

En cuanto a las novedades técnicas, la gratuidad del juego en sus opciones básicas, el uso de la realidad aumentada y el empleo de localizadores y su adaptación al espacio en que se juega permiten aventurar que estamos ante algo que traerá consecuencias en un futuro próximo. El elevado consumo de batería, que ya ha relanzado la venta de estos accesorios, potenciará la investigación de nuevas alternativas más rápidas, eficientes y duraderas.

La incorporación de la realidad aumentada a nuestro mundo visual creará nuevas aplicaciones en sectores como la construcción, la protección del patrimonio o la conservación del ambiente. El uso generalizado de localizadores proporcionará herramientas para la socialización y facilitará nuestra vida diaria en temas como las relaciones interpersonales, el transporte o el consumo.

En el lado negativo, la perfecta localización de los teléfonos puede contribuir al control del gran hermano sobre nuestras individualidades y no me obliguen a imaginar lo que esto podría suponer en manos de dirigentes políticos como Erdogán.

En cualquier caso, bienvenidas sean la imaginación y la tecnología asociadas y sirvan estas líneas para destacar la importancia de un mayor contacto interpersonal en nuestras ciudades. Como anécdota, les contaré que una buena amiga me habló de una tesis doctoral que analizaba los itinerarios de hombres y mujeres en las ciudades y evidenciaba que no hemos superado las diferencias de género y eso dificulta las relaciones a partir de una cierta edad. Por eso, cuando les sugerí a dos becarios post-doctorales brasileños que en lugar de pasar el fin de semana frente al televisor de un bar viendo el fútbol visitaran los museos, acabaron reconociendo que esto facilitaba el encuentro con mujeres, y eso sin los avances que nos ofrece la tecnología del videojuego que podría aplicarse a la búsqueda de nuevas amistades más allá de la captura de dibujos.