Se han movido muy cerca todo el verano, pero en estos próximos días Marte y Saturno describirán una hermosa danza cósmica junto a la estrella Antares, de la constelación de Scorpius, el Escorpión. Los tres se alinearán ante nuestros ojos y será fácil distinguirlos en los próximos días sobre el horizonte sur al principio de la noche.

Ningún oscuro presagio ni malos augurios, sino todo lo contrario: un hermoso espectáculo astronómico que podemos contemplar a simple vista desde lugares con buen cielo. Marte y Antares pueden confundirse porque comparten un hipnótico color rojizo, pero la duda se resuelve fácilmente: el planeta rojo es el más brillante, hasta el punto de que no sólo supera a Antares sino que en esta época del año es el astro más brillante que se puede ver en el cielo durante la madrugada, ya que Júpiter y Venus estarán debajo del horizonte. Saturno, con un discreto color entre blanco y amarillento no llama la atención, pero lo localizamos fácilmente las próximas noches arriba de Marte.

El espectáculo es notable sólo con nuestros propios ojos, pero si además disponemos de un telescopio podremos observar los bellos anillos de Saturno. Y si las condiciones atmosféricas son buenas, también podrá distinguirse en Marte el destello de sus casquetes polares. De Antares, aunque no podemos ver más rasgos que su brillante tono rojizo, cabe recordar que se trata de una estrella supergigante roja, tan grande que si la colocáramos de forma imaginaria en el lugar del Sol, la Tierra, nuestro planeta, quedaría dentro de ella.

Los astrónomos vigilan Antares de cerca porque al tratarse de una supergigante roja está en fase evolutiva avanzada, y debido a su gran masa se la considera una de las candidatas de la Vía Láctea (nuestra galaxia) a explotar en forma de supernova.

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