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"En Albuixech sólo quedó la iglesia con la Virgen"

Tan arraigada ha estado siempre la fe y devoción a la Virgen en el pueblo que por advocación lleva su propio topónimo de origen arábigo Dalbrixech, Alburxec, Alborsech y Alboixech, aunque hay quien lo remonta mucho más allá y le hace derivar de la época romana, arbutretum, madroño, o de al buxetum, marjal. Lo cual no es descartable, pues hasta hace un siglo un tercio del término de Albuixech estaba dedicado al cultivo del arroz, otro a secano y el último a huerta, donde la cebolla fue el cultivo estrella.

Jaime I regaló el 23 de septiembre de 1237 la Alqueriam de Alboixech conquistada a los moros al que iba a ser primer obispo de Valencia, el dominico Berenguer de Castellbisbal, pero este renunció a la mitra y se retiró a un convento, por lo que pasó de nuevo al patrimonio real, fue siempre Villa Real. Hasta la Cofradía de la Virgen ha tenido siempre título de Real, dependiente de la Catedral de Valencia. El primer escudo constitucional del municipio aparece ceñido con corona real y flanqueado en su cima por una mitra y un báculos, insignias episcopales, que remiten indudablemente a su origen recristianizado.

El poblado moruno era un grupo de barracas agrupadas en torno a lo que fuera primero mezquita, orientada a la Meca por su posición sur- sureste, y tras la conquista jaimina templo cristiano. Una piadosa tradición mantiene el delicioso relato de que la Virgen del lugar fue hallada por un labrador que araba las tierras propiedad de un canónigo, a cuya familia había regalado Jaime I, de la Catedral de Valencia. Los animales cada vez que pasaban por junto a un árbol del campo se arrodillaban. El labrador miró y encontró en la oquedad del árbol una imagen de la Virgen ennegrecida.

Esto ocurría hace 730 años, en 1286. El recuerdo oral señala el origen de la imagen a la época visigoda, antes de la dominación musulmana, luego la talla debió ser románica, recargada posteriormente por elementos góticos y barrocos. En 1609 se produjo la expulsión de los moriscos del territorio valenciano y Albuixech se despobló por completo, no quedó un alma, sólo la imagen de la Virgen dentro de su pequeño templo. Escolano cuenta que de Albuixech «sólo quedaba la iglesia con una milagrosa imagen de Nuestra Señora, visitada por muchos devotos».

Poco a poco fue repoblándose el pueblo con cristianos. La fama de milagrera de esta Virgen se extendió y era muy visitada en la pequeña iglesia que habitaba por romeros y peregrinos hasta el punto que hubo de construirse en 1636 una hospedería, se puede leer en una crónica titulada «Romería de Nuestra Señora de Albuixech y su real cofradía», publicada en el diario El Correo de Valencia, en 1898.

Martinez Aloy visitó la iglesia hace un siglo y nos describe la imagen histórica, la cual quedaría destruida en 1922 por un incendio y reconstruida en cruentos asaltos de 1936, durante la persecución religiosa. «El rostro moreno, casi totalmente oculta por telas y brocados, peluca, corona imperial y aureola,€ de madera carcomida, gofas proporciones y prieta encarnación, € sedente sobre un recio sitial, que mantiene en su brazo izquierdo al Niño Jesús: su actitud es hiératica, sus ropas, de pliegues verticales, policromadas y enriquecidas con baja estofa de oro y plata, sus pies calzados y su frente ceñida con una diadema. Mide 75 centímetros y no es exenta, porque sus espaldas nunca estuvieron labradas, ni es maciza, porque el escultor cuidó de aligerarla vaciando el tronco€»

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