Los hechos que encuadran la escena política, bien conocidos, pueden resumirse así: a) con los números en la mano, y una vez descartado que los nacionalistas entren en el juego, la investidura de Rajoy sólo será posible si el PSOE se abstiene, pero esto espanta a una parte de los socialistas; b) la investidura de Sánchez sería posible con el apoyo de los nacionalistas (y de Podemos, claro), pero las condiciones de ese apoyo, aun si no fueran exorbitantes, podrían llevar al PSOE a la fractura; c) una parte no desdeñable del PSOE sería partidaria de no bloquear la investidura de Rajoy, sin perjuicio de seguir luego una línea de oposición firme.
A partir de estos hechos, ¿tendría el PSOE el valor de dar total libertad de voto a sus diputados, dando así al propio tiempo un paso adelante, mucho más expresivo que cualquier programa o discurso, en la corrección de la actual partitocracia?
