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Las empresas hacen caja

La acumulación de incertidumbres a nivel global está frenando el ánimo inversor de las empresas, que se han decidido a hacer caja. Ya instaladas en la recuperación económica „en algunos casos, desde hace años, como las de Estados Unidos„, las mercantiles de Occidente, incluidas obviamente las valencianas, están optando por destinar a reservas una parte considerable de sus beneficios en vista de las dudas que otean en el horizonte.

La temible posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la inminente subida de tipos en ese país, los problemas cada vez más inquietantes de la banca italiana, los efectos del Brexit o la ralentización en los últimos trimestres de los grandes motores de Europa, como Francia o Alemania, son factores que inquietan a los empresarios y les hacen temer sobre el futuro signo del crecimiento económico.

Las empresas destinan sus beneficios, fundamentalmente, a tesorería, a amortizar deuda, a repartir dividendos y a invertir para su desarrollo y expansión. Esta última variable, sin embargo, es la que cojea de forma singular, debido al temor a que vuelvan las vacas flacas. Los datos de la patronal española son concluyentes al respecto: la tasa de crecimiento de la inversión está por encima de la de la subida del PIB nacional, aunque es muy inferior a la que sería esperable tras la larga crisis padecida por el país. Pero además resulta que esa tasa, sobre todo en la inversión en bienes de equipo que renovarían una envejecida maquinaria, se está ralentizando en los últimos cuatro trimestres. No hay que olvidar que sigue cayendo el volumen de préstamos bancarios para inversión, prueba de que el empresario no ve el panorama nada claro.

Los expertos aseguran que, a nivel global, hay muchas empresas con elevadísimos niveles de reservas, que siguen engrosando. Las grandes farmacéuticas y Apple, en Estados Unidos, o Inditex, en España, son buenos ejemplos de ello.

No obstante, el futuro tan incierto y la falta de oportunidades claras de inversión „el sector tecnológico estadounidense, por ejemplo, está muy caro en la bolsa neoyorkina y los posibles compradores se hallan a la espera de que bajen antes de lanzarse a las adquisiciones„ están conduciendo a muchas mercantiles a optar por la prudencia: reducir deuda, dar una alegría a sus accionistas tras tantos años de escasos o nulos dividendos y, sobre todo, a hacer caja, acumular reservas para dotarse de la mayor fortaleza posible para cuando se despeje el camino o por si este se llena de obstáculos.

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