Ellen Degeneres no sabía lo que hacía cuando en 2014 le dejó su móvil a Bradley Cooper para hacerse una foto junto a un puñado de estrellas hollywoodienses en la gala de los Oscar. Acababa de popularizar un fenómeno cultural trasladado a una masa, que todavía hoy se repite hasta la saciedad, la autofoto, ese ritual social que tanto placer narcisista reporta una vez difundido en las redes.
Si tuviésemos que poner nombre a un programa dirigido a un target eminentemente juvenil y en el que las nuevas herramientas de comunicación estén presentes en cada minuto, ese sería «Hazte un selfi».
Uri Sabat hace las veces de Patricia Gaztañaga pero en el s. XXI y hablándole a un público que iba en pañales cuando «El diario de€» reventaba los audímetros vespertinos, lo hacía a base de personajes que desconocían el miedo al ridículo, ávidos de popularidad efímera, aunque fuese a base de risas ajenas.
Hoy esta gente, bautizada por los medios de comunicación como «millennials», se han visto en un dilema existencial a la hora de elegir entre zapeando o la resurrección de género «talk show» en Mediaset. El primero ya lo conocemos , chicas guapas y chicos no tan guapos pero graciosos.
En la nueva apuesta por la producción propia de Cuatro, la cosa empezaba con el público jaleando como si no hubiese mañana, una DJ con el pelo de colores saltando y un presentador que se apresuraba por pronunciar las palabras Facebook, Twitter, Snapchat y musicote que interpreto debe ser el hermano mayor de la música€ Acto seguido anuncia el tema del programa «La he liado parda» que resulta la traducción al lenguaje molón del clásico «He armado la marimorena»€
La respuesta al estreno resultó decepcionante con un share que no alcanzó el 3%, tal vez porque muchos de los chavales a los que iba dirigido el producto se encontraban lejos del televisor y con la atención fijada en su pantalla natural, la de su «smartphone» u ordenador€
