La expansión de la pilota en un mundo presionado por los grandes medios de masas, la pervivencia de un deporte minoritario, circunscrito a un reducido ámbito territorial, sólo puede pasar por cuidar su transmisión generacional. Y ahí tienen un papel preponderante las escuelas, los clubes, los ayuntamientos, y las gentes que con voluntarismo pero también con formación profesional a nivel universitario, sepan innovar y dirigir el trabajo de mejora técnica, física y formativa en las edades más tempranas.
De todo ese trabajo, de cómo se desarrolla, y cómo puede mejorarse, se ha estado debatiendo durante dos intensas jornadas en la sede de la Fundación Deportiva Municipal. Han participado como ponentes los más prestigiosos especialistas que vienen desarrollando una intensa tarea desde hace años, con una eficiencia digna de alabanza.
Una conclusión final: la pilota valenciana es hoy un ejemplo a seguir en todos los ámbitos territoriales donde el juego de pelota sigue vivo. Lo somos en aquello más importante: apuesta por la promoción desde las edades más tempranas hasta la organización de competiciones en toda nuestra riqueza de modalidades.
Sólo falta que el espectáculo profesional pueda alcanzar los niveles de imagen que tienen, por ejemplo, en el País Vasco. En todo lo demás no somos alumnos, sino distinguidos maestros. Conviene recordarlo, por aquello de la necesaria autoestima, como deporte y como pueblo.
