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Mal humor, mala salud

A falta de una, tenemos dos exposiciones sobre prensa satírica, en la Biblioteca Valenciana (Sant Miquel i els Reis) y en la Nau. Nunca hubo tantos motivos para practicar la sátira, sobre todo cuando se escenifica el asesinato de Julio César en Ferraz y los cuatro diarios en papel de Madrid publican la misma historia, como emanada de la Dirección General de Prensa y Propaganda o, peor aún, de «esa jefatura cuyas sabias directrices son hoy más necesarias que nunca». A un señor, el hospital le ha cobrado 39,95 dólares por besar a su bebé recién nacido y varias de las empresas que financian la campaña pública por una alimentación sana producen jarabes pringosos y concentrados de colesterol.

La sátira „a diferencia del humor, que es benevolente„ requiere espíritu de camorra, ánimo miliciano, ganas de pelea: son dos usos del espíritu. No es que las ideologías se hayan extinguido o entrado en combustión, sino que, como los sentimientos religiosos o patrióticos, son malas para el negocio y, en consecuencia se les arrima tea a diario, a ver si se reducen a cenizas. No saben estos brujos negros que, cuanto más se silencia un impulso, con más ferocidad regresa: el que no tiene cabeza, ha de tener gabinete de imagen. El reality, dueño absoluto de casi todo el audiovisual, combina el verbo rabioso con la vacuidad de objetivos y sentido (también en la Sexta, no hay que más que ver los deplorables géneros de García Ferreras y señora). No les servirá de nada: el absurdo de Faemino y Cansado „como el de Tip y Coll hace cuarenta años„ volverá a poner las cosas en su sitio.

Como en el periodismo, ha cambiado todo en la sátira y aunque, por fortuna, siguen Ortifus, El Roto o Forges, ahora el mejor chiste del día te puede llegar por wasap, salir en las paginas virtuales de Rokambol o El mundo today o en los monólogos de Eugeni Alemany. Cambian los formatos, pero pronto o tarde, se sabrá todo: que Calatrava te la clava. Doña Clinton quiere enviarle un dron a Julian Assange, el de Wikileaks. Decididamente, es una malhumorada ¿Cómo elegir entre una malhumorada y un cretino?

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