Me encuentro con el conseller Vicent Soler y hablamos del tema „las finanzas„ y de esta primera vez en que los valencianos (menos el PP) parecemos unidos bajo la bandera de la justicia fiscal. Yo no soy nacionalista (mi patria es un patchwork), redistribuir rentas no es sólo de socialdemócratas, sino de simples personas decentes, y ya veremos si el empeño se mantiene. Dicho esto, admito que no se nos debe tomar el pelo y tratarnos como ricos cuando no los somos. Ni debimos permitir que nuestros cargos públicos regalaran la pasta a los amazonitas, a Ecclestone (¡Bernie, hombre!), a Rostropovich (q.e.p.d.), a los mil conseguidores y a Calatrava; al de los retretes químicos y las pantallas gigantes; a todos los jornaleros de la feria de la astilla.
O sea, el PP. Isabel Bonig, el ángel exterminador, el DDT de la retórica parlamentaria, nos llama llorones y dice que aun lloraremos más en 2019, que hay elecciones. Puede. Más tendría que dolerle representar a una siglas que nunca estuvieron tan cerca de la mera organización criminal (o que nunca albergaron tantas redes de chorizos y majaderos, que aún son peores). El conseller „que también habló en el plató de Levante TV„ se refiere a los «culebreos» que tiene que hacer para atender lo más urgente, con poca pela y ninguna posibilidad de planificación.
Y no hay pasta porque se dilapidó y cada día se descubre un cajón con nuevas facturas no contabilizadas y se pone borde Montoro, más en su papel de doctor Strangelove que nunca. Ahora que el populismo parece una invención de Podemos o de los lepenistas, recordemos montajes como Agua para todos, la política de campanario, el tripartito que iba a vender España, la celebración de las importaciones chinas aunque destruyeran la industria valenciana del juguete, el textil o la metalurgia. El monocultivo del tocho, la persecución maníaca de las desaladoras y la energía solar, el saqueo de Bancaja, la CAM y el Banco de Valencia: un arrasamiento completo. A lo peor usted, señora Bonig, tiene los mondongos de gomaespuma y por eso no llora.
