Esta vez, forzando a que la ciudad acepte la construcción de un túnel por debajo de los barrios marineros, desde Alboraia a las instalaciones portuarias, para el paso de los camiones de mercancías. En base a un supuesto interés general, los puertos construyeron recintos cerrados que han ordenado y gestionado casi siempre a espaldas de los municipios que los acogen, en contra de la tendencia de algunos puertos europeos, en los que el peso de los ayuntamientos en la gestión es mayoritario, como ocurre con el mayor puerto europeo, el de Rotterdam, o también en el de Malmö.

En nuestro caso, el conflicto entre estas dos instituciones viene de lejos y no deja de ser una anomalía democrática de gran calado el hecho de que sea el Ayuntamiento quien viene reculando una y otra vez frente a las presiones de la autodenominada Autoridad Portuaria.

¿Interés general?

La expansión del Puerto en las últimas décadas se inició con el gran ensanche hasta el nuevo canal del Turia. Y más tarde, aprovechando la celebración de la Copa del América, el crecimiento fue „ sigue siendo„ mar adentro. En 2010, en el marco de esas obras, el catedrático Juan Piqueras Haba (Levante-EMV, Especial 9 de octubre) cuestionaba el triunfalismo mostrado por los datos de tráfico del Puerto, así como su impacto en la economía regional. Los datos no han variado sustancialmente (según me confirma ahora el citado autor) y en 2015 buena parte de las mercancías (la mitad) están en tránsito, es decir no salen del recinto portuario y por lo tanto no generan tráfico adicional por carretera o ferrocarril. «Las mercancías chinas son distribuidas desde Valencia a otros puertos del Mediterráneo y del interior peninsular. Entre ellas se cuentan no pocas que hacen la competencia a los tradicionales bienes de consumo fabricados en tierras valencianas, como son los productos textiles, el calzado, los juguetes e incluso los muebles€» decía Piqueras en 2010, y sentenciaba: «La cuestión es si esta demanda por parte de la Autoridad Portuaria responde realmente a las necesidades locales o si por el contrario el coste y el impacto de las obras tienen otro tipo de justificación puramente empresarial y privado», «€ cabe preguntarse si están justificadas tanto las obras de ampliación del mismo, ya en ejecución, que aumentarán a casi el doble su capacidad y el tan solicitado acceso norte» .

Si el puerto se ha convertido en sí mismo en un negocio, como insinúa Piqueras, resulta inevitable -salvando las distancias- relacionar esa deriva con lo ocurrido con las instituciones financieras valencianas. Mientras tanto, conviene no olvidar algunas de las víctimas que han ido quedando por el camino, Natzaret, La Punta, las playas, el Parque natural de la Albufera€ en fin, la ciudad.

¿Del 'no es no' a 'lo estudiaremos'?

Cabe preguntarse, con cierta inquietud, cuál va a ser la respuesta de nuestras administraciones ante este nuevo envite, teniendo en cuenta que en el asunto de la ZAL, todo parece indicar que el Puerto ya ha marcado el primer gol al nuevo Ayuntamiento y a la Generalitat (un plan paralizado por los jueces, retomado ahora de nuevo por el Puerto, contra la posición inicial del Ayuntamiento, que pretendía su recuperación).

Y ahora aparece de nuevo Nessie. ('El monstruo del Lago Ness' fue calificado por este autor aquí mismo en 2011, pueden consultar en Internet acceso norte, lago Ness). Informes y más informes para justificar este abultado proyecto del túnel, como ha ocurrido hace poco con el del gran centro comercial y de ocio en Paterna (Puerto Mediterráneo), de momento paralizado por el Gobierno de la Generalitat. («Lo más importante de cualquier informe es quién nombró a los expertos», El Roto)

La ausencia de una evaluación independiente y adecuada - es decir, fiable- es la que permite justificar con tanta alegría y ligereza proyectos de gran impacto en los presupuestos, que se solventan con unos cuantos asertos que al parecer no necesitan más justificación: creación de empleo, beneficio a la economía local€ Pues bien, parece que en ambos casos, la Administración ha empezado a flaquear. Ximo Puig dijo hace poco que se puede volver a plantear el proyecto de Paterna. Y sobre el acceso norte, el Alcalde da a entender ahora que si el Puerto encuentra financiación para el túnel y no afecta a los barrios, se puede reconsiderar la posición inicial (que proponía no reservar suelo en la revisión del Plan General).

Si se está estimando en unos 500 millones de euros el proyecto del túnel, conviene recordar que se trata de dineros que, en principio, vienen directamente del bolsillo de los contribuyentes. (Ya sabemos que en el caso de la financiación privada se establecen todas las garantías para que en caso de fracaso el pagano sea el mismo).

Pero ese no es el único coste. Seguir incentivando el transporte por carretera tiene otros de gran calado, de tipo económico, social y ambiental. Aprovechar recursos urbanos, aún por el subsuelo, implica también graves hipotecas. Y por si fuera poco, existe el llamado coste de oportunidad. Es decir, todo aquello que se podría resolver con parte de los 500 millones dedicados a una mejora sostenible de los accesos ferroviarios y del transporte metropolitano. Se mire como se mire, la obra no encaja de ninguna manera con el interés general, por muy difuso que aparezca ese concepto.

Frente a esos costes, todavía no evaluados, los promotores del túnel argumentan el ahorro que supondría el acortamiento del trayecto por carretera, especialmente para la cerámica de La Plana. De paso, señalemos que FORD expide sus coches y motores hasta el muelle de embarque por ferrocarril. En cualquier caso, se trata de industrias que ya están situadas en posición ventajosa respecto del Puerto, al que el famoso Plan Sur dotó de un potente acceso viario.

¿Cabe preguntar a los ciudadanos, primeros paganos y directamente afectados, si aceptan una nueva carga por parte de una administración, la portuaria, que ni siquiera han elegido y que tampoco ha dado muestras de querer reparar en parte los perjuicios causados? ¿Puede liquidarse un asunto tan importante en una reunión del consejo de administración de esa entidad, por mucho que se siente en su mesa un representante municipal?...