Llama la atención que a Alejandra Andrade, todavía hoy, le pregunten si está grabando para «Callejeros» cuando se mete en el meollo del barrio más degradado de Algeciras buscando traficantes de drogas. No van desencaminados los vecinos, porque aquel programa creó escuela en un modelo de reporterismo y ella a estas alturas ya es catedrática. Es la segunda reportera del emblemático programa que vuela sola en un formato a su medida esta temporada, tras los pasos de su compañero Jalis de la Serna, protagonista absoluto de «Enviado especial» en La Sexta. Los dos compartieron pantalla en «Encarcelados» y ahora Andrade vuelve a Cuatro para callejear a lo grande en «Fuera de cobertura». En algunos aspectos todos ellos son más de lo mismo porque el estilo no ha variado en absoluto. Pero hay que reconocerles que han subido la apuesta: cada vez disponen de más medios y más recursos para intentar llegar hasta el fondo de sus reportajes. Además, los temas internacionales ya no son una extraña excepción.
El planteamiento narrativo de «Fuera de cobertura» nace con la premisa de negar esa máxima de la profesión que asegura que el periodista no debe ser nunca el protagonista de la noticia. La reportera Alejandra Andrade es la voz, la guía y el epicentro, por eso está en plano siempre que eso sea humanamente posible y no impida contar la historia. Tiene mérito y bemoles ese reporterismo que anda metiéndose con la cámara al hombro en los lugares menos recomendables, pero implica también la omnipresencia y a veces resta credibilidad y desenfoca el protagonismo. En el caso de ella, hay momentos en que la cámara busca sus gestos como si estuviera siguiendo a una modelo y no a la periodista que busca en el capítulo «Yo trafico» a quienes introducen hachís en la costa de Cádiz. La telegenia de la reportera ayuda y su valor está fuera de dudas: solo hay que ver la calma con la que afronta que un encapuchado con pistola pase corriendo junto a ella en medio de una entrevista. Podríamos decir que Andrade es al reporterismo televisivo lo que Ana Pastor a las entrevistas políticas. Su estilo inconfundible, aunque tenga detractores, ya es marca.
REGRESIÓN. Semana tras semana «Tu cara me suena» lidera la noche televisiva de los viernes en Antena 3 y abre distancia con el «Sálvame Deluxe». El programa de Telecinco está intentando, sin demasiado éxito, responder con nuevos alicientes que en realidad no lo son. Empezó por llevar a Amador Mohedano, otra vez, a contar su vida y esta semana fue Ylenia la que acudió como reclamo para someterse a una sesión de hipnosis. Una regresión en toda regla.
