En el distrito de Pla del Real viven alrededor de 32.000 habitantes. Es una zona densamente poblada pero que no tiene demasiados equipamientos públicos. Si se precisa acudir a un centro de salud, se tendrá que ir a Benimaclet o L´Amistad. El centro de especialidades está junto al puerto, en la calle Padre Porta. Si se necesita una biblioteca pública, hay una bastante pequeña , está en el Palacio de la Exposición. Para practicar deporte hay que ir al polideportivo de Benimaclet. Y si lo que se buscan son actividades para las personas mayores, hay que ir hasta el centro de la Amistad. El jardín de Blasco Ibáñez está bastante abandonado, hace tiempo que necesita algo más que una mano de pintura en los viejos bancos. Los setos, que rodean la zona ajardinada, están mal cuidados y hace ya mucho que el centro de los macizos ya no crecen flores. En alguna ocasión se ha solicitado que se instalen elementos para practicar ejercicio al aire libre, pero no se ha podido conseguir. Las asociaciones de vecinos no disponen de sede propia, como si tienen otras asociaciones de vecinos de la ciudad, así que se ven obligados a reunirse en alguno de los bares del barrio para tratar sus asuntos. Los residentes a menudo comentan que pueblos con una población similar a la de este distrito disfrutan de todo tipo de equipamientos sociales.Cuando el ayuntamiento rehabilitó el edificio de la Antigua Tabacalera, las asociaciones de vecinos de la zona, con bastante ingenuidad pensaron que el edificio conocido como «ayuntamiento nuevo», podría ser utilizado para albergar todas las actividades que se necesitan en el distrito. Imaginaron poder contar con una sede de la universidad popular, un club de jubilados, una biblioteca y salas de estudio para los universitarios que viven en el distrito. Cuando se anunció que se iba a proceder a la demolición del edificio municipal, todos los planes se vinieron abajo con la misma fuerza que los tabiques derribados. Desde entonces, cuentan con unas paredes decoradas con grafitis de colores vivos que rodean un solar destinado a la construcción de un hotel con muchas plantas. Hace unos días, en estas mismas páginas, hemos leído que la mediana de la avenida de Aragón va a convertirse en una nueva zona verde en lugar de un garaje al aire libre que es lo que en realidad es ahora. Alrededor de 400 metros cuadrados en la primera fase, y unos 3.000 al final. Es momento pues de acordarse de la hermosa carrasca que se encuentra justo al principio de la avenida de Aragón. En los años 80 del siglo pasado quedó aislada en un jardín de unas dependencias del antiguo Ministerio de Obras Públicas. Cuentan que anteriormente estaba en una huerta cercana al camino medieval de El Cabanyal, unos terrenos que regaban las acequias de Mestalla y Algirós. La espectacular carrasca vive en un pequeño alcorque rodeada por una verja de hierro. Sería una buena idea, aprovechar las obras que se están realizando en la zona y eliminar el trozo de acera que cubre sus raíces, despojarla de la verja que la encierra y liberar espacio para que pueda disponer de una pradera de césped. Ése es el espacio que la centenaria carrasca de la avenida de Aragón merece. Así podrá lucir con todo su esplendor y belleza. Dicho queda.
