Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada, Gregorio Gorriarán y Ricardo Pradas (la cúpula de Novacaixagalicia (NCG)„ pasarán a la historia de las extintas cajas de ahorro com0 los primeros «banqueros» que han ingresado en prisión tras ser condenados por desfalco „Salvo Miguel Blesa, que entró y salió a las dos semanas tras la rocambolesca historia del juez Elpidio Silva, apartado de la judicatura„ . La Audiencia Nacional, en este caso, ha optado por un castigo ejemplar, si tenemos en cuenta que la pena impuesta no supera los dos años y que en estos casos, si no se tiene antecedentes, se opta por evitar la privación de libertad.
No soy letrado ni tengo grandes conocimientos de Derecho, pero creo que a los ojos de la opinión pública, la decisión es justa, ya que con ella, al margen de condicionamientos jurídicos, se consigue eliminar esa pátina de impunidad que cubre este tipo de delitos. La cúpula de NCG se repartió indemnizaciones por 18,9 millones tras provocar un quebranto a los contribuyentes de 8.269 millones.
Recuerdo que hace ahora un año, una madrileña, Esther, viuda, en paro y con cuatro hijos, fue condenada a cuatro meses de prisión por robar varias prendas de ropa valoradas en 428 euros. «Entiendo que no está bien „dijo„, pero no me queda otra». «Para una madre es duro no tener ni unos calcetines para dárselos a tus hijos en Reyes, pero eso es lo de menos, la necesidad de alimentación, tener comida para darle a tus hijas..» Esther, finalmente, no ingresó en prisión, la movilización social y más de cien mil firmas que solicitaron su indulto impidieron que acabara entre rejas.
Pero Esther, de una forma u otra, acabará pagando una parte, por pequeña que sea, de los más de 60.000 millones de euros que el Estado „los contribuyentes„ ha tenido que inyectar en el sistema financiero, a costa de severos y dramáticos recortes a los mismos ciudadanos que lo pagan, para corregir los desfalcos y el hundimiento de las cajas de ahorros. Las únicas entidades de crédito que nacieron con un objetivo social se convirtieron, por una lamentable gestión política, en la caja fuerte de la especulación, la corrupción y los favores.
Lo sucedido con la cúpula de NCG, no obstante, es solo la punta de un iceberg de 250 imputados en el desfalco de estas entidades en toda España, que en el caso concreto de la Comunitat Valenciana ha acabado con el sistema financiero autóctono „Bancaixa, CAM y Banco de Valencia„, pero no con el rastro de productos tóxicos que ha arruinado a miles de familias que confiaron sus ahorros de toda la vida a esas entidades centenarias, y se lo devolvieron en preferentes sin valor.
Tal vez por eso si hay más condenados a prisión, no deben esperar firmas para su indulto.
