Desaparecen tres millones de euros de los valencianos, buena parte de ellos de los vecinos de Valencia, y nadie es responsable de ellos. Ni los de aquí -curioso y muy sospechoso que nadie de la trama valenciana haya caído en el saco de la sentencia- ni los de allá. Nadie tiene la culpa, ni "in vigilando, ni "in mangando".
Es más, a la Infanta le sale a devolver, sobrante de la fianza que se le impuso. Todo hecho a medida. Es sabido que con la pasta pública de los valencianos a la Infanta le pagamos las chachas, las guarderías de los niños, viajes, gastos domésticos, según factures aportadas para justificar, y se ha decidido que nada de eso fuera para devolver a las ubres de donde fueron exprimidas.
Nada de lo que opinó el Juez instructor y mucho menos las muchas cosas que pidió el Fiscal ha sido atendido por el Tribunal juzgador de la descarada metida de mano en la caja pública para atender los caprichos de una gente que viviendo del erario público parece que no tenía bastante y necesitaba hacer de continuas exacciones públicas.
Por momento muchos llegamos a pensar que la Justicia era igual para todos, pero está visto que sigue vigente el viejo aforismo de que en España se mete en la cárcel al que roba un limón, pero no al que roba un millón. Y menos si el millonario ladrón es consorte de alcurnia por braguetazo.
La Fiscalía está obligada a recurrir la sentencia -que habrá dictada bajo el formulismo oficial de "En nombre del Rey"- de la Audiencia palmesana y llegar hasta el final hasta poner a todos en su sitio. No sólo a los artistas Torres-Undargarín, también a sus comparsas que se lucraron del delito, y a los necesarios cooperadores o cómplices que les facilitaron la labor y la pasta.
Por lo que nos toca a nuestra parcela.¿ Nadie es responsable de que se le diera dinero a espuertas a estos artistas del delito?, ¿Nadie exigió que se cumpliera la parte contractual de los beneficiarios de los tres millones de euros valencianos?, ¿Nadie denunció las anomalías que advirtió a lo largo de las negociaciones, deliberaciones, supuestas realizaciones de estos sujetos?, ¿Los responsable de aquí vieron bien que con nuestro dinero se pagara al servicio doméstico y las guarderías de los hijos de la Infanta?, ?, Una retahíla de preguntas que las juzgadoras de Mallorca han soslayado, o no han respondido, o no han sancionado penalmente, no le han dado importancia, a la vista de los resultados expresados en la sentencia.
De quedar las cosas así la fe y creencia del común de las gentes en el Estado de Derecho, el de nuestra sociedad, se va a resentir de manera extraordinaria. Y los políticos y gobernantes, que ahora estarán felices y en vías de canonización, van a tener bula a la hora de seguir despilfarrando, derrochando, malversando y malgastando el dinero de todos, el dinero público, en nuestro caso, el valenciano, tres millones de euros, que la Infanta, ni Urdangarín ni su socio Torres nos van a devolver. Sólo a la Infanta le van a devolver dinero, pues le sobra, según la cuenta de la abuela de las juzgadoras, del medio millón de euros que en su día el juez instructor le impuso para responder de lo que se benefició.
