A cuenta de la reunión de 300 empresarios del Arco Mediterráneo en Tarragona para pedir que se reactiven las inversiones en el famoso Corredor Mediterráneo, me produce indignación y como valenciano me humillan las reacciones del Gobierno central al limitar de una forma injustificada la inversión en ese eje mientras solo por poder político -y en contra de la UE- destinan una cifra escandalosa en el eje de Andalucía a Madrid.

Algunas personas y entidades llevamos denunciando la inversión de Madrid durante 5 años y se han burlado de todas nuestras protestas. Tendremos que volver a manifestar que a quienes nos hemos dedicado a exportar los productos de esta zona a través de los vagones de ejes intercambiables de Transfesa, destinados a todos los países de Europa, no nos pueden engañar. Ana Pastor, Rafael Catalá y los restantes ministros, partidarios de seguir favoreciendo sin ningún criterio económico justificable a esa zona privilegiada del centro español, debían involucrar a la Corona y al presidente del Gobierno, pues nos estamos jugando el subsistir futuro de nuestros hijos y nietos.

Además, nos tendrían que explicar como justifican que la Comunitat Valenciana no esté conectada con Cataluña y Francia por AVE, siendo que en Madrid tienes unos trenes maravillosos que los utilizan hasta para ir a la peluquería y con poco rendimiento económico, mientras que históricamente, el que reivindicamos ha sido de los más rentables de este país.

Tenemos que seguir con otra decisión del Gobierno, que como en todas las mencionadas, intenta frenar descaradamente el desarrollo económico de nuestra comunidad: si pasase por el centro (Madrid) haría tiempo que estaría solucionada la conexión con el Cantábrico desde los puertos de Sagunt y Valencia, pero eso no preocupa en el Gobierno.

Dejo para el final el tema del puerto de Sagunt y Parc Sagunt. El gobierno de Aznar mandó a la Sepi hacer una inversión en el polígono, pero en cambio, ha actuado como policía política, para que no se vendiese ni una parcela y todos los interesados que invirtiesen en los pueblos de Madrid y convertirlos con diferencia en los mas ricos de España: cuatro de estos pueblos y un quinto de Cataluña.

Finalmente, quisiera decirle a la presidenta de Madrid que no se moleste si le dicen que esa comunidad es un paraíso fiscal, pues los residentes allí pagan muchos menos impuestos que en la Comunitat Valenciana. Esa situación viene de Aznar y Rajoy, que utilizaron y utilizan el poder político apoyado por medios de comunicación públicos y privados, para hacer de Madrid una zona geográfica que parece de otro país muy distinto al que pertenece. Con esa forma de gobernar, al presidente no le deben extrañar las reacciones de muchas otras zonas de nuestra querida España.