Instalado el PP en el inmovilismo de Rajoy y Podemos en sus posiciones más intransigentes, el PSOE tiene una gran oportunidad de salir reforzado de primarias y congreso.

Para ello resulta imprescindible que el proceso se viva como lo que es, una gran oportunidad esperada por millones de personas progresistas en España. Una responsabilidad, por tanto, que trasciende el estrecho margen partidario para responder a las demandas de la sociedad. Un PSOE articulado como instrumento de transformación social al servicio de los intereses de la mayoría, sin injerencias, autónomo y de izquierdas.

Por eso apoyo la opción de Pedro Sánchez. Pero sin denostar jamás al resto de candidatos; ni a Patxi López, que ya ha presentado su candidatura, ni a Susana Díaz, si finalmente se presenta. Valiosos compañeros, sin duda, con importantes bagajes, de los que Pedro Sánchez deberá integrar sus aportaciones si es elegido como secretario general del PSOE.

A mi entender, como militante socialista de base del PSPV-PSOE, la opción de Sánchez conecta con millones de personas que quieren un proyecto de izquierdas capaz de entenderse con el centro. Coherente, como su trayectoria indica. Renovador, porque otorga a la militancia un protagonismo acorde con los tiempos. Transparente, capaz de liderar la oposición al PP y constituir una auténtica alternativa política.

El PSOE necesita una militancia activa, deseosa de interactuar con sus dirigentes, implicarse en los movimientos sociales, recuperar el optimismo y transmitir la confianza en una marca política ganadora. Por eso apoyo la alternativa de Pedro. Su decisión de presentarse a las primarias ha despertado una auténtica esperanza de cambio político dentro y fuera del PSOE. El paradigma político ha cambiado y el papel decisorio de la militancia no es opinable. Tenemos que ser capaces de transmitir credibilidad.

Las formas, en democracia, lo son todo. Por eso este proceso de primarias para elegir al nuevo secretario general debe responder a los criterios anteriores de transparencia, cohesión, respeto y equidad. No convirtamos la oportunidad socialista en una lucha maniquea de aparato versus militancia. El PSOE necesita unidad. Unidad consciente tras el gran debate que implican unas primarias. Pedro Sánchez lo hace de corazón. Y mi corazón de militante está con el partido socialista.