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La credibilidad de la justicia

En libertad, sin fianza y residiendo en Suiza. Así se escriben las medidas cautelares para Iñaki Urdangarin. Ni 200.000 ni 100.000 euros como pedía el fiscal. ¿Y ahora quién lo explica? ¿El ministro de Justicia?, ¿El presidente del poder judicial?

La credibilidad de la Justicia vivió ayer una de sus peores jornadas. Empezó mal, muy mal, tras las declaraciones de López Bernal, el fiscal que impulsó la investigación por el caso que afecta al presidente de la Comunidad de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que será relevado tras haber incomodado al responsable autonómico y al PP. López Bernal denunciaba, nada más y nada menos, que la «desprotección» e «intimidaciones» que había padecido durante su investigación del caso. Cuando aún nos estábamos frotando los ojos por esta polémica, se celebraba la «vistilla» para estudiar las medidas cautelares solicitadas por el fiscal Horrach para Urdangarin y Torres, tras haber sido condenados por la Audiencia Provincial de Palma a 6 y 8 años de cárcel respectivamente. ¿Y qué sucede? Que el tribunal no solo pasa por alto las fianzas de 200.000 y 100.000 euros que pedía Horrach como fianza para eludir la prisión provisional, sino que permite que ambos sigan en libertad y que el marido de la Infanta resida durante todo este tiempo en Suiza. Desde luego, con esa decisión, es imposible el riesgo de fuga, puesto que ya reside en un «paraiso fiscal». Diego Torres lo tiene peor, porque su ámbito de residencia queda delimitado a España y se queda sin pasaporte.

¿Ahora quién explica ésto a la opinión pública? ¿El ministro de Justicia? ¿El presidente del Consejo General del Poder Judicial?

Al final, los 15.000 euros de fianza a Milagrosa Martínez, «la Perla», para eludir la prisión provisional nos van a parecer una fortuna.

Y esto solo acaba de empezar, porque la lista está empezando a hacerse interminable. Dentro de unos días, imagino, tendrá que celebrarse otra «vistilla» para otros dos personajes célebres, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, condenados a 6 y 4 años de prisión por el caso de las tarjetas «black». Los dos, además, tienen unos cuantos juicios más pendientes, tanto por motivos fiscales como relacionados con la nefasta gestión de Caja Madrid y Bankia. ¿Y ahora qué pedirá la fiscalía? ¿Solicitará fianza? ¿Reclamará el ingreso en prisión por el riesgo de fuga o por las causas pendientes, como se hizo con Correa, Crespo y Pérez? ¿Y qué decidirá la Audiencia Nacional?

Como sugerencia al fiscal de las tarjetas «black», Rato agradecería esperar al resultado del recurso o al siguiente juicio en Suiza, como el exduque. Al fin y al cabo es un país que no le va a resultar muy extraño.

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