El otro día mi ahora colega y en su momento alumno, Lluis Francés me contó un refrán de marzo que me gusta aún más que ese famoso de si marzo mayea, mayo marcea. El refrán dice: «De marzo no te fíes porque es traidor, tan pronto hace frío como calor». Sin duda este año lo va a clavar. En toda España, pero sobre todo en el sur y en las Canarias, llevamos toda una semana con temperaturas mínimas muchas veces por encima de 10 e incluso 15ºC, y máximas de 25ºC e incluso 30ºC. No es algo insólito pero sí excepcional, aún más si esto sucede en la primera decena del mes. Más aún si contamos que hace una semana, ya en marzo, hacía frío y nevaba en muchos puntos de España. Hace un tiempo oímos hablar del "caloret faller" pero este año esa situación se habrá dado en la semana anterior a Fallas. En este contexto me gustaría apuntar que hablamos de olas de frío sólo en invierno y de calor sólo en verano y eso lo trasladamos a los avisos meteorológicos de Aemet. En un clima en el que siempre hemos podido notar el día más fresco del verano menos temperatura que el más cálido del invierno y en el que notamos una tenencia a que esto pase cada vez más, sobre todo a que tengamos temperaturas cálidas, no ya en las estaciones intermedias, sino en invierno hemos de revisar los protocolos. Es mucho más digna de aviso una temperatura de 30 o 34ºC en la primera semana de marzo que 35 ó 40ºC en pleno verano, porque la anomalía positiva supera los 10 o 15ºC, y eso lo deben notar todos los seres vivos y, por supuesto, también los seres humanos. Más aún cuando todo el mundo se viste o viste a sus «indefensos» hijos pequeños con ropas propias de la estación climática o del día que hizo ayer, y no del tiempo que hace ese día. Por si faltara poco vinimos de mínimas inferiores a los 5ºC para superar los 30 y para, a partir del domingo y el lunes volver a bajar de 15 de máxima y de 5 o 0ºC de mínima.

Esto, aunque sea menos frecuente, también puede pasar a la inversa, en julio o agosto, con temperaturas inferiores a lo esperado. Hemos de pensar en poner avisos por anomalías positivas y negativas o por bajadas o subidas súbitas, en menos de 24 horas, porque, y eso hemos de estudiarlo bien climatólogos y médicos, el cuerpo humano debe sufrirlo mucho. Por cierto esa bajada de temperaturas puede venir acompañada en algunos casos de precipitaciones de lluvia y nieve y volveremos a decir eso tan viejo de que «el tiempo está loco».