Recientemente, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en rueda de prensa junto con el ministro de Economía, Luis de Guindos, al presentar el Informe Económico España 2017 (OCDE) destacó que nuestro país disfruta de una sólida recuperación económica pero que «la pobreza también ha aumentado, debido principalmente a la falta de empleo de calidad». En este informe se recoge que «tras haber experimentado una recesión profunda, España disfruta de una sólida recuperación con un crecimiento medio del 2,5 % en los últimos tres años (...) un crecimiento muy bajo de la productividad (...) la tasa de desempleo disminuye (...) pero sigue situándose en niveles muy elevados, sobre todo entre los jóvenes y los desempleados de larga duración».

Sin embargo, entre tantos datos macroeconómicos, Gurría no comentó que España es el país con la tasa de abandono escolar más alta (20 %) el doble que el resto de los países, tampoco mencionó que España no llega a la media de los países de la OCDE en rendimiento escolar y que la población española (60 %) entre 25 a 64 años no llega ni a la media (cerca del 80 %) de los países de la OCDE que al menos ha alcanzado la Educación Secundaria. El secretario general de la OCDE tampoco señaló que este informe hace mucho hincapié es el incremento de la pobreza juvenil, entre los menores de 16 años. Sitúa a España cerca del 25 % de los jóvenes que son pobres, por encima de la media de la Unión Europea (15 %). A pesar de esos datos, el gobierno de la nación es de los que menos invierte en solucionar el problema.

En relación a la situación actual de los jóvenes en España, señalaba el profesor y politólogo Félix Tezanos en la presentación del libro La cuestión juvenil. ¿Una generación sin futuro? (F. Tezanos y V. Díaz, 2016) que es una situación «insostenible». Los jóvenes no se sienten bien tratados por la sociedad, se sienten ciudadanos de segunda, comentaba la profesora Verónica Díaz en unas recientes jornadas sobre escuelas taller en la UNED, y es que hay un «problema de desigualdad y falta de oportunidades, no tienen dónde agarrarse». Se muestra en este libro que el consumo de tranquilizantes ha aumentado; así como el de las depresiones, suicidios, delincuencia y el de los sintecho entre los menores de 35 años.

¿Hay que reformar las reformas como decía el representante de la OCDE? ¿A qué reformas se refiere? ¿A las de empleo, para que nuestros jóvenes tengan más empleo basura? ¿A las de educación? A la vista están los resultados. Las reformas, como dice Ken Robinson en su libro Escuelas creativas (2016), «muchas de ellas están impulsadas por intereses políticos y comerciales que tienen una idea equivocada de cómo aprende la gente y de cuál es el verdadero funcionamiento de las grandes escuelas».