Cada vez que veo que a «El hormiguero» va a «divertirse» un artista de Hollywood sufro. Y la culpable tiene nombre y apellidos: Charlize Theron. La actriz acudió al programa de Pablo Motos allá por 2012. Entonces fue a promocionar no se qué película que protagonizaba junto a la inexpresiva actriz Kristen Stewart, que también estuvo (de cuerpo presente, porque la cabeza no sé dónde) en el espacio de Antena 3.
La oscarizada actriz (se llevó la estatuilla por «Monster» en 2003) dijo tras su paso por el plató de las hormigas y en un programa de EE UU que había estado «muy confundida» en la entrevista. Llamaron mucho la atención sus palabras en España ya que Theron se mostró simpática en el programa (vaya si fue buena actriz), no como Stewart, que estaba allí como podía estar en la consulta del dentista.
Theron dijo esto después de que otro actor de Hollywood, Jesse Eisenberg -protagonista de películas como «La red social»- criticara en 2010 en otro programa estadounidense que «El hormiguero» está diseñado «para humillar al invitado americano». ¿Perdón? «El hormiguero» puede pecar de cualquier cosa pero ridiculizar al invitado es de las acusaciones menos fundamentadas que he oído en mucho tiempo. Si hasta en muchas ocasiones se apunta a demasiada complacencia hacia los entrevistados.
Es por eso que sufro, que sigo con detalles cada sección del programa cuando acude un invitado extranjero; miro con lupa si algún experimento, pregunta o gesto puede ofender al ilustre actor/actriz que presente la película de turno. ¿Será que el humor español es demasiado fino?
Todo esto viene porque Theron volverá esta semana a verse las caras con Motos y Trancas y Barrancas. Por lo visto, es el propio presentador el que elige quiénes pasan por el programa. No sabemos si esto será una segunda oportunidad para que Theron se lleve una mejor imagen del espacio o simplemente responde al mero interés de promoción de la cinta que presenta junto a Vin Diesel. O ambas cosas. Habrá que esperar al jueves para saber si Theron acude a «El hormiguero» a «divertirse» o para ponerlo después caldo una vez en suelo americano.
