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Moma, la danza pantonímica del Corpus

La danza de la Moma es singular, exclusiva y representativa de la fiesta de Corpus y, al contrario que las demás danzas, sólo es bailada en esta procesión. La Moma figura femenina está representada por un hombre vestido con ropajes de mujer blancos, tradición influida por el carácter misógino o machista de la clerecía, que al sentir aversión o no confiar en ellas no permitía a las mujeres tener papeles destacados o principales en la Iglesia.

Fue conocida también por Danza de los Vicios y está documentada desde el siglo XVI. Representa la lucha entre la Virtud y los Siete Pecados Capitales (soberbia, avaricia, lujuria, envidia, gula, ira y pereza). La Virtud vestida de blanco y con la cara totalmente tapada por un velo y un antifaz blancos. Lleva corona dorada y flores blancas. Usa guantes blancos y porta en su mano derecha un abanico, mientras que en la mano izquierda sostiene un cetro dorado rematado con el escudo de la ciudad. Els Momos visten blusa de terciopelo rojo y negro, pantalones amarillos y negros, medias blancas y sandalias de esparto, cubriéndoles la cabeza un pintoresco gorro. Representan un dragón y llevan antifaz negro, portan bastones.

Algún hermeneuta bíblico ha querido relacionar esta danza con el Libro del Apocalipsis 17, especialmente el versículo 7, un texto muy duro y fuerte, como todo el Apocalipsis, pero no creo que sea así y el esquema y significado de la danza estimo es más sencillo y didáctico: un asedio del Mal contra el Bien, resultando éste el triunfador final tras valerosa lucha. En esta línea está José Mariano Ortiz, la Virtud o la Gracia es rodeada por los siete pecados o vicios capitales. Representa la lucha de la Virtud y los pecados, la cual termina con el triunfo de la Virtud.

Para el historiador del Corpus Atienza, la Moma «es una danza pantomímica, que representa una pequeña historia: el asedio y ataque de los siete pecados capitales, los Momos, capitaneados por la Soberbia, a la Virtud o la Gracia, la Moma. A lo largo de su desarrollo, la Moma es acosada, tentada y fingidamente golpeada, para finalmente vencer sobre sus enemigos».

Según los expertos, se llama baile pantomímico a la «acción teatral que se representa por medio de la danza guiada por la música. El carácter de la música debe ser expreso para esta clase de espectáculos. Debe ser rigurosamente cadenciada, con un compás más marcado que en la música vocal, porque ha de significar y expresar diferentes actitudes y sentimientos. Debe ser muy expresiva para dar calidez al bailarín, a fin de que se sienta inspirado a hacer las acciones mímicas con propiedad y vehemencia. Debe expresar el lenguaje del alma y de las pasiones, según la situación del bailarín como actor de un drama».

Salvador Seguí y Fermín Pardo explican que «Siete son las figuras de la acción. La Soberbia se despega de la Moma y recorre la hilera de sus secuaces en zigzag, todos le siguen y forman un círculo que encierra a la Moma, giran en derredor de ella, pero no pueden seducirla. La Moma levanta su cetro y les echa hacia atrás, le tentan todos los pecados, vuelven a fracasar. Forman los Momos al final un pasillo por donde pasa la Moma, el Pecado Mayor toma a la Moma de la mano, la Moma se humilla ante los Pecados, fracasados se inclinan ante la Moma, que con su cetro toca a los Momos y caen arrodillados. En conclusión, la Virtud siempre vence al Mal quiere decir esta danza.»

Se bailaba esta danza sobre la Roca de l´Infern, construida en 1511, siendo hoy la más antigua de las que se conserva, llamada también de Plutón y La Diablera. Lleva la figura alada de Plutón, sobre un pedestal octogonal, con los nombres de los siete pecados capitales y en el brazo derecho una serpiente enroscada y en el otro tiene una lanza en forma de tenedor.

En una cartela se lee: Ladre con su rabia el Can: / Ardan en el de fuego Plutón:/ Que todo trofeos son/ En la fiesta del Dios Pan.

En esta Roca salían una veintena de personajes, casi todos ellos diablos, con un diablo mayor y una diablesa en el reparto. No faltó año en que en esta Roca a uno de los diablos o al dragón se le pusiera productos pirotécnicos para que fueran lanzando fuego por la boca en el transcurso del desfile.

Danza y figura icónica, junto al Cirialot, representativa del Corpus, en el año 1900, la Moma mereció que el músico Salvador Giner la llevara al titular de un poema sinfónico Es chopà hasta la Moma, inspirado en un poema literario de Luis Cebrián Mezquita, relato musical de una procesión de Corpus del siglo XVIII que sufrió un atronador incidente meteorológico. Una fuerte tormenta con gran acompañamiento de rayos, buenos y granizo interrumpió la procesión, refugiándose los participantes en las casas del itinerario. La Custodia fue ingresada en la iglesia de los Santos Juanes hasta que pasó de largo el nubarrón y regresó la calma.

Se ha hablado siempre del poema sinfónico, pero poco del poema literario en que se basó, bastante desconocido. En la Biblioteca Valenciana consta la obra «Se chopà... hasta la Moma» de Salvador Giner. simple Volumen y soporte 1 pliego [203 x 132 mm] en las cajas de Lluís Cebrián i Mezquita. Manuscrito del Maestro Giner que describe el espacio y ambiente del poema sinfónico «Es chopà... hasta la moma», de Giner y Cebrián.

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