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Nuevo periodismo

Desde hace unos meses sigo los rastros del periodista valenciano Alardo Prats, nacido en Culla y con familia en Benassal. Le metió en el negocio de la cultura un tío cura. El zagal acabó de seminarista en Roma -avatar peripatético que implicaba un buen cuajado de latines y filosofías, poca broma- y, para cuando se proclamó la República, ya era un hombre de izquierdas, director del diario El Sol. Unos años antes había publicado Tres días con los endemoniados de la Balma -Azorín alabó el libro por su nervio y economía de trazos, es decir por su talento de periodista- una obra que casi inaugura entre nosotros el relato real, el reportaje novelado o como quieran llamarlo.

El señor Prats, que empezó en un diario de Castellón (como el gran José Martí Gómez), escribió sobre las comunas aragonesas en la Guerra Civil y hasta relató en verso algún episodio de las guerras carlistas (como ha hecho, en prosa, Victor M. Amela en La filla del capità Groc) y, ya como exiliado en México, publicó El torbellino de Oriente Medio. He conseguido el libro a través de una librería de viejo norteamericana, me ha costado una pasta. En la portada, la foto de una sabra, una combatiente judía, de cachas suntuosas, fusil ametrallador y morritos a lo Scarlett Johansson, todo un emblema. Sigo. El libro tiene bicho, alma autógrafa: una dedicatoria del autor fechada el 1 de enero de 1959: «A Ramona, los niños y José María Massip, con el cariño de siempre».

Me sumerjo en la red de redes a ver si capturo esta fugitiva mariposa del pasado y alcanzo a Massip, dilatado personaje que estuvo no en dos, sino en tres continentes pues relató la Segunda Guerra Mundial desde Filipinas. Había sido de Esquerra Republicana y fue el redactor del discurso de proclamación del Estat Català por Francesc Macià, aunque acabó como enviado especial de ABC, hay cosas peores. La clave puede estar en «Ramona, los niños?». Y en que hay que comer todos los días y que no puede haber continuidad cultural donde tampoco la hubo política. ¿Las responsabilidades? Muy repartidas.

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