¿Renta la alucinación general? Sin duda. En tal tesitura se encuentra el ser humano. En el shock ante lo que hay. El fantasma de la guerra es uno de los pertinaces. En el epílogo de "La ladrona de libros", el escritor australiano Markus Zusak, pone en boca de la muerte: "soy testigo de los peores desastres y trabajo para los peores villanos. Los humanos me acechan"; aunque nadie obvia esas otras visiones revestidas de oropeles, entes considerados en contraposición a los que arrastran cadenas por escenarios sin fulgor, como el colegio de Murcia, antiguo orfanato, donde su alumnado está acostumbrado a: oír pisadas, llantos, luces que se apagan y encienden, grifos que manan sin ser abiertos y el ya citado arrastre de grilletes; según relato radiado de un antiguo profesor del centro. "El fantasma de la mujer vestida de rosa se llama Lourdes. La Consejería de Sanidad que tiene su sede en el edificio de la maternidad llamada antiguamente La Cigüeña, está estos días revolucionada con el fantasma de la mujer vestida con camisón rosa que vaga por las noches en busca de su hijo" ("valenciaculture.com", 16/06/2017). En otro plano astral, se agrupan ciertas apariciones que subrayan su presencia articulando desafortunadas muletillas lingüísticas: desde luego, absolutamente, ya si eso tal, si o sí, ¡eh!

La cautela fantasmal es proverbial y ciertas visiones son factibles para seleccionados por su información ancestral; tal concepto fundamenta reencarnaciones tan peculiares como la de ciertos partidos políticos que, criados a los pechos de una dictadura, se sustancian hasta lograr transfigurarse cara a la galería: Alianza Popular (04/05/1977), con siete ministros franquistas al frente; refundado como Partido Popular 20/01/1989). "Para todos, el mundo es un lugar aterrador, lleno de tremebundos fantasmas. Son fantasmas que parecen tan siniestros al héroe como al pusilánime. Pero es el héroe quien debe encararlos, luchar con ellos e, incluso en la derrota, conservar la fe en la imposible victoria. Si hay algo peculiar en la sangre o las fibras de un héroe, la comisión (Fondo Carnegie para el Heroísmo, fundada en mil novecientos cuatro por el industrial de origen escocés, considerado el segundo más rico de la historia según la revista Forbes, Andrew Carnegie), no lo ha descubierto todavía al cabo de más de treinta años", escribe Marie Beynon Ray en "Como superar nuestros defectos y aprovechar nuestras energías". Algunos héroes, o simplemente personas, de cualquier religión, territorio o época han contemplado apariciones fantasmales, e incluso desapariciones, como las acontecidas en el denominado Triángulo de las Bermudas, tras la evaporación misteriosa de seis bombarderos de la Marina y sus tripulantes, el cinco de diciembre de mil novecientos cuarenta y cinco; iniciando un periplo de casos similares aun abiertos, ¿Qué tal citar los archivos de la derivación del caso Gürtel?: "la Audiencia de Madrid extravía la causa por el borrado de los ordenadores del PP en el caso Bárcenas" ("eldiario.es", 18/02/2015).

Casas y edificios fantasmas forman parte del imaginario. En la ruta 5 (Uruguay) una familia vivió una experiencia aún no resuelta: "nos atendió una mujer con dos hijos, no nos miraban a la cara", algunos de los miembros de la familia durmieron en la casa, una vivienda que no aparece por ninguna parte. Proliferan locales fantasmas que albergan actividades y tráficos ilegales, células informáticas piratas, peleas de animales y cualquier aberración imaginable. Fantasmas desahuciadores abruman a personas en exclusión que oran para alejar espectros invocados por diabólicos conjuros bancarios. Hay fantasmas que pululan rimbombantes copando platós mediáticos; otros tienen la gracia de insuflar a su convocante el sentimiento de sentirse querido y algunos posibilitan el aplauso para el alucinado, validando discursos inverosímiles de oradores-as mequetrefes que les adoptan. Todo fantasma social debe asumir el hecho de ser un saltimbanqui pululante, "en una vasta corte burguesa en la que los cortesanos están por todas partes, en las Cortes Generales, la Bolsa, los bancos centrales y la banca en general, el entramado mediático e incluso en los palcos oficiales de algunos clubes de fútbol", escribe al respecto el argentino Miguel Roig, director ejecutivo de la agencia Saatchi& Saatchi; lista a la que cabe añadir las fundaciones, nido de intrigas cual corte del rey Duncan, asesinado por su primo Macbeth al que se le aparece el alma descarnada de su amigo Banquo. Fantasmas caracterológicos se integran en el ADN exteriorizándose en circunstancias sorpresivas; el citado autor Roig, en "Las dudas de Hamlet" escribe que el príncipe Felipe, actual rey Felipe VI, "en su diálogo con una ciudadana de Pamplona acerca del referéndum sobre la monarquía zanjó la discusión reprochándole a la mujer: Ya tienes tu minuto de gloria".

Híbridos de realidad y cavilación, enfatizan mensajes instrumentados para la manipulación. Tiempo atrás se hicieron famosos los retratos con fantasma, el fundador de la fotografía espiritista, el estadounidense William H. Mumler, llegó a ser procesado por engaño saliendo indemne. En Roma, amañados instrumentos posibilitaban quiméricas apariciones que servían al poder, siempre necesitado del temor para reafirmarse. El rey de Bagdad, creaba apariciones fantasmales. Mayas y aztecas se ponían espejos en la espalda a fin de que los malos espíritus huyesen. Julio Verne, en su novela El castillo de los Cárpatos, relató fenómenos espectrales, en el cielo nocturno, tras el tañido de las campanas. Verónica, protagonista de la película homónima dirigida por el valenciano Paco Plaza es, a su vez, un fantasma capaz de aparecer si se aprietan a la vez todos los botones del cuadro de un ascensor sin apartar la mirada del espejo que hay en él, según apunta Javier Navarrete Varela en su obra "La Magia del espejo", donde también cita a Bloody Mary ejemplo de leyenda fantasmagórica con variantes en origen: madre asesina de sus retoños, madre suicida tras el rapto de sus hijos y madre ajusticiada injustamente por infanticidio; su espíritu, al ser invocado, sale del espejo y despedaza a la víctima. También Maria Tudor, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, se ganó el apodo de Bloody Mary por la muerte de trescientos protestantes, así mismo, hay quien se decanta para tal alias por la decapitada Maria Estuardo, reina de Escocia; David Rizzio, su secretario privado, sigue paseándose por el palacio de Holyrood (Edimburgo).

Algunos fantasmas nacieron de la desinformación y el desorden de archivos en bandos litigantes durante guerras como la española, nombres que se traspapelaron dando por muertas a personas que aún vivían; "ya terminada la guerra, Eugenio se encontró con la sorpresa de que su nombre figuraba en una lápida en el nicho 312 del cementerio de Teruel como uno de los fallecidos en la defensa de la plaza. El sainete de su enterramiento en vida no quedó ahí. Años más tarde supo que ya no estaba enterrado en Teruel sino que se le había trasladado al Valle de los Caídos", ("Este muerto no soy yo, dijo Eugenio Azcárraga", Ángel Mompó Romero); el centenario Azcárraga fundó y presidió las ferias internacionales CEVISAMA y CEVIDER.