En medio de una tensión política y social máxima, según relatan las crónicas periodísticas de aquellos días, el 1 de octubre de 2017 debió celebrarse un referéndum para la autodeterminación en Cataluña. Veinticinco años después, las grabaciones efectuadas durante aquellos días por el Centro Nacional de Inteligencia han sido desclasificadas.

Este diario ha accedido a varios fragmentos de la conversación mantenida entre los presidentes del Gobierno y de la Generalitat de Cataluña el jueves 28 de septiembre, pocos días antes de su inesperada dimisión. Su contenido ayuda a comprender los acontecimientos decisivos que tuvieron lugar los días 29 y 30 de septiembre.

CP. Señor Rajoy...

MR. Señor Puigdemont. Mire, su convocatoria del 1-O es insostenible, continuar con ella es muy peligroso. La tensión es máxima y el riesgo de enfrentamientos crece cada día. Debe desconvocarlo inmediatamente.

CP. Usted está jugando con fuego. Está impidiendo nuestro derecho a decidir, suspende nuestra autonomía, interviene las cuentas y la policía...

MR. Bueno, tampoco es asunto menor saltarse las leyes, especialmente las suyas. Y, lo que es peor, llamar a incumplirlas a la gente. Por no hablar de su desobediencia a las sentencias judiciales, a los requerimientos ministeriales€ Al menos usted está cometiendo la misma barbaridad democrática.

CP. Señor Rajoy, con sus decisiones está provocando un estado de excepción en Cataluña.

MR. Tiene usted razón, pero quien lo ha impuesto es usted con su actuación completamente arbitraria.

Transcurren varios minutos con reproches mutuos.

CP. Este Govern está dispuesto a todo, no daremos ni un paso atrás.

MR. Nuestro Gobierno también lo está. Y eso no es nada bueno.

CP. En efecto, es algo realmente malo. En el peor de los casos, todos saldremos perdiendo.

MR. Me pregunto si, como usted y yo estamos dispuestos a todo, también lo estamos a evitarlo. Aunque sea al precio de perder solo usted y yo.

Se produce una pausa prolongada.

CP. Sí, si es por el bien de Cataluña.

MR. Sí, desde luego, por el bien de España.

Se oye una respiración contenida.

CP. ¿Están ustedes dispuestos a dejarnos votar?

MR. Mire, no, así no, de este modo nunca. Pero ahora es cuando yo debo preguntarle, ¿usted está dispuesto a cumplir las leyes?

CP. Tampoco, así tampoco, de esta forma es imposible.

MR. En ese caso, ¿no estamos dispuestos a todo finalmente?

CP. No, porque las cumpliré si dejan efectuar la consulta.

MR. Si es así, no habrá forma de que podamos evitarla.

CP. Modifique usted las leyes que lo impiden.

MR. Yo no puedo y usted lo sabe. Pero el Congreso, donde no tenemos mayoría absoluta, y el Parlament, donde ustedes la podrán alcanzar, lo harán posible con la reforma de la Constitución y el Estatut. Aunque será un camino plagado de dificultades.

CP. Si ese es su compromiso firme, la gente de Cataluña podrá votar, aunque no sea el 1-O.

MR. Si su compromiso también lo es, podrán celebrarlo, siempre y cuando cuente con esas garantías.

CP. Será muy difícil comunicarlo.

MR. Sin duda, complicadísimo.

CP. Confío en que una declaración institucional conjunta sea lo más adecuado.

MR. Yo también lo deseo. Mi compromiso será este: crear una comisión constitucional en el Congreso el 2-O para reformar la Constitución, siempre que sea ratificada con un referéndum vinculante.

CP. El mío será sencillo: sólo en esa medida, el Govern acordará la desconvocatoria del 1-O.

MR. Lo trasladaré a mi equipo en Moncloa para hacerlo público mañana.

CP. Informaré al resto del Govern para organizarlo convenientemente.

MR. Adéu, señor president.

CP. Adiós, señor presidente.