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El liberal Lindner podría hasta hacer bueno a Schäuble

Las recetas económicas del Partido Liberal-Demócrata alemán, potencial aliado de gobierno de la CDU de Angela Merkel, parecen chocar frontalmente con los planes para Europa que ha anunciado Emmanuel Macron.

El presidente francés aspira a dotar a la unión monetaria de una estructura federal con parlamento y presupuesto propios y un ministro europeo de Finanzas para supervisarlo.

Tremendamente impopular en casa por su dura reforma del mercado laboral, justificada por el Gobierno por la necesidad de aumentar la competitividad francesa, pero que tropieza con fuerte oposición sindical, Macron quiere contrarrestarlo con su nueva visión para la UE.

Pero para ello tendría que contar con la complicidad del Gobierno de Berlín, que si ya era antes difícil, podría serlo aún más tras la debacle electoral que acaban de sufrir los partidos de la Gran Coalición.

Para su cuarto mandato, la canciller Merkel no parece que pueda contar ya con el SPD de Martin Schulz, humillado en las urnas, y se habla de una posible aunque muy complicada coalición de la CDU y la CSU bávara con liberales y posiblemente Verdes.

Los primeros, que superaron su travesía del desierto y lograron regresar al Parlamento federal bajo el nuevo liderazgo de Christian Lindner, prometen ser, si es que entran finalmente en el Gobierno, un hueso duro de roer para los países del Sur de Europa.

Más hueso si cabe que el ministro cristianodemócrata de Finanzas, Wolfgang Schäuble, a quien podría suceder, Lindner dejó ya bien claro en la campaña electoral que no quiere saber nada de compensaciones financieras permanentes entre los países ricos y pobres de la unión monetaria, algo en lo que coincide con la CSU bávara.

Y reclama además que se establezca un procedimiento que permita la quiebra ordenada de los Estados miembros, a los que ya no se trataría de salvar como se ha hecho, por ejemplo, con Grecia.

En Italia, que soporta un elevado nivel de endeudamiento y que celebran elecciones el próximo año, preocupa ya el debate al que puede dar lugar la propuesta de Lindner porque podría ahuyentar a los inversores y alimentar movimientos populistas como el de Cinco Estrellas.

En lo que sí parece haber coincidencia entre Macron y Lindner es en la necesidad de un presupuesto europeo de defensa y una doctrina militar común, algo que dificultaría por el contrario la entrada en el próximo Gobierno de Berlín del partido ecopacifista de Los Verdes.

Una eventual coalición Jamaica, como se la conoce por los colores de de los partidos integrantes, tropezaría también en Berlín con las fuertes divergencias entre liberales y Verdes en el tema de la transición a una cartera de energía dominada por las renovables.

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