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Voro Contreras

Música a cachitos

Ya no hay música en televisión. Bueno, sí, están los programas estos de la famosa rueda de la SGAE, los que hacen de madrugada y que sirven para hundirte más en la miseria de tu condición de insomne. Pero ni siquiera hay ya programas de variedades con ventrílocuo, ni se ven esas orquestas de señores en frac y señoras en traje de noche que acompañaban con sus violines y su cara de circunstancias a un grupo de techno-pop ochentero. Ya no hay ni espacios de indies gafapastas, ni de folclóricas en un corral, ni nadie hace «zoom» sobre el rostro pizpireto de una estrella del pop. Apenas nos queda la música clásica de los sábados, los concursos canoros donde los mohines del jurado son más importantes que el artista amateur, y algún pelma con guitarra en la misa televisada cantando con cara de Garfunkel «padre nuestro tú que estás». Todo eso -es decir, la música popular en la televisión- se va perdiendo (que sí Rutger Hauger, como lágrimas en la lluvia) tal como nos recuerda cada domingo «Cachitos de hierro y plomo». El programa es un gustazo por la selección musical, por la presentación de Virgina Díaz y por los subtítulos que acompañan a las canciones. Pero, además de constatar que todo tiempo pasado fue anterior, «cachitos» también nos da una idea de cuán importante era la música en la vida cotidiana de las personas hasta hace nada y qué papel más secundario juega ahora. Parece incluso que el programa se regodea en ese espíritu del «mirad lo que fuimos y en qué poco nos hemos quedado». Ahora ustedes me dirán que tampoco hace falta exagerar, que este panorama apocalíptico sólo se da en la televisión generalista, que se puede tener toda la música en imágenes que uno quiera apenas moviendo un dedo hacia el «youtube», o en los canales temáticos de la televisión por cable. También puedes tirar de Netflix, que tiene un carro de documentales, algunos de ellos demasiado hagiográficos, pero otros bastante buenos (me gustó mucho el de los inicios de los Twisted Sister, o el dedicado a la Wrecking Crew, una de las mejores bandas de músicos de estudios de la historia del rock). Sí, eso también es música en televisión, pero ya tienes que ir a buscarla como un adicto desesperado, no te sale al encuentro como algo cotidiano, como el amigo con el que no has quedado y sin pedirlo te invita a un algo en la barra del bar.

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