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Noticias bomba

Una de las cosas más llamativas de la pelea de carneros entre Madrid y Barcelona (deberíamos crear un Frente del Resto con todos los damnificados por esta bipolaridad) es la simpleza con que la izquierda revolucionaria se apunta a la estelada, al lloriqueo de esa señorita doliente que, en inglés, deplora la suerte de Cataluña como si la rodearan los tanques soviéticos. Toda la vida luchando contra la franja azul y ahora me la devuelven, triangulada, con estrellita y cenefas. Ni un poco de distancia o de cautela en esa izquierda, ya digo: tal vez se consuelan, a modo de placebo, zarandeando un viejo estado, ahora regido por una pandilla de ladrones y rancios, ya que los soviets, pues oye, no acaban de aparecer, tal vez haya un perol de monedas de oro al otro lado del arco iris.

Eso, quién sabe. Pero los dirigentes del PDCat pertenecen, con todo derecho, al mundo ya podrido de 1978 y en los tiempos del 15-M hubo una robusta contestación catalana que Carod-Rovira zanjó de esta manera: "Si los españoles quieren mear en las calles, que se vayan a mear a España". Gran análisis. Mientras tanto, han vuelto los coches bombas, como el que ha matado a la periodista maltesa Daphne Caruana. Y esta vez no son los narcos mejicanos. Ni Vladimir Putin, al que también le gusta la caza de pluma (sin desdeñar la de pelo, que los chechenos son muy barbados). No informar y opinar por miedo, es comprensible. No hacerlo por espíritu parroquial, es de imbéciles rematados.

Y de eso tenemos pruebas a diario en los debates e informativos perfectamente alineados de los periódicos en papel de Madrid (sin excepciones), de las teles (con alguna excepción) y de TV3 (las excepciones se dieron de baja para no avalar el enjuague soberanista, que denunció Reporteros Sin Fronteras). Se silencia a periodistas ingratos: Gregorio Morán de La Vanguardia y John Carlin de El País. La fiabilidad (y no la perfecta coherencia) es nuestro capital como periodistas. Eso y un poco de bravura. Intervenir TV3 es el remedio que persigue matar al enfermo.

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