En las últimas semanas han visitado las instalaciones del Laboratorio de Climatología del Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante los alumnos de cuarto de primaria de los colegios Azorín y la Almazara de San Vicente del Raspeig. Yo, por mi parte, suelo asistir a varios centros de primaria y secundaria de mi comarca a dar charlas de climatología, y organizo visitas al Museo del Clima de Beniarrés, intentando adaptarme al nivel de la audiencia y a lo que me piden sus profesores. El Laboratorio de Climatología es un centro más acostumbrado a otras visitas, como las que hacen los institutos de secundaria de la provincia, en busca de una orientación sobre la elección de su grado universitario. Lo cierto es que es un placer comprobar el nivel de compromiso de estos docentes y la preparación y curiosidad de un alumnado diverso, pero muy distinto al universitario al que estoy acostumbrado. Ahora que está de moda la palabra aprovecho la ocasión para adoctrinar a alumnos y profesores, con la idea de que lo transmitan a sus padres y entorno próximo. Mi doctrina es, aparentemente, inocente: no confundir clima con tiempo meteorológico, como hacen muchos periodistas y políticos; no fiarse de los termómetros de calle ni de las temperaturas que dan en la prensa cuando no proceden de fuentes fiables, como las que yo les enseño en el instrumental y las estaciones de confianza, como las que muestran los responsables de la información meteorológica; no pensar que llueve más o menos que nunca, sino que la actividad del hombre incurre en irresponsabilidad al despreciar la fuerza de la naturaleza; o no creer que el comportamiento del tiempo y el clima es inducido intencionadamente por el hombre sino que responde al azar de la naturaleza. Sin duda, eso también es adoctrinar y yo confío en que algo de todo esto vaya calando en formar una opinión pública mejor formada, más difícil de engañar por la multitud de bulos que corren por ahí.

La última esperanza es que algunos de estos alumnos acaben formándose en Climatología, en Geografía si puede ser, y lleguen a ser grandes profesionales en lo suyo. Algún caso conozco y es más que reconfortante.