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El billete de metro

Como no sé lo que va a pasar en Bruselas, no puedo escribirlo. Espero que el innombrable no se haya hospedado en el hotel «Amigo», junto a la Grand Place, antigua cárcel donde los españoles llevaban a sus presos no sin antes decirles, «¡qué tal, amigo!», de ahí el nombre. Me hospedé varias veces en el Hotel «Amigo». Muy agradable, nada carcelario, acogedor, como casi todo en Bruselas. El susodicho podría estar allí, pagando con pesetes de la nueva república catalana y de los grandes expresos europeos, que escribiría Agustín de Foxá. («No cites a Foxá» me dice un saludado, «te van a acusar de facha». «Después de que le hayan llamado fascista a Serrat, sería un orgullo», le respondo. O sea, cito a Foxá y a quién me dé la gana, ¡collons!)

Pero seguro que habrá buscado algo más internacional, nada de nombres españoles, que le puede entrar urticaria a medianoche. Mas eso no es todo porque igual ese señor ya duerme en el Ampurdá, o en Barcelona, o cerca de El Escorial€

No es todo y no es lo más importante. Llevaban tiempo anunciándolo pero el pasado martes se consumó: «Metro abandona el billete de papel tras casi un siglo de uso», titulaba la edición madrileña de un periódico español, que no estatal (ya no hay prensa del Movimiento, cretinos a los que os cuesta decir España).

Eso sí que es una noticia, ¿de dónde saldrán ahora los mejores filtros para porros que en el mundo han sido? Cierto es que los de los últimos años no eran como los de los setenta y los ochenta. El gramaje del papel, más liviano, y con tanto colorín, el usuario se fumaba muchas porquerías.

Pero era el billete: «Oye, ¿me traerás unos billetes de metro?» Y el colega volvía con un fajito que había sacado de aquí y de allá, y de sus viajes. Cristina Cifuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, subrayó, en el acto de bienvenida a la nueva tarjeta y de defunción del billete de papel, «el firme compromiso de la Comunidad con la modernización e introducción de las nuevas tecnologías». ¿Y qué hacemos con los troncos que necesitan filtros?

Igual el tránsfuga bruselense tiene alguna idea, es muy creativo el chico. El caso es que se acabaron los filtros, a comprarlos hechos. Estos liberales del PP€

Por cierto, y por lo que malévolos jueces o fiscales pudieran inferir, yo no fumo sustancias prohibidas, solo algún habano, sin embargo, como soy periodista, me informo, y, a veces, hasta he experimentado, ¡eran otros tiempos!

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