Los padres y madres de mi generación solían ser muy refraneros. Gracias a ellos se hizo carne en nuestra memoria un repertorio de dichos y sentencias que son condensadas en píldoras de sabiduría popular. Por ejemplo: «Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija». Este refrán viene al caso cuando pienso que la música puede presumir de ser la sombra más efectiva, el mejor acompañamiento y cobijo de cualquier actividad humana, en especial las artísticas.
«Las artes en paralelo» fue y sigue siendo una iniciativa de la veterana compositora, pianista, cantante y profesora Ángeles López Artiga, que ejemplifica la proximidad de las más variadas expresiones artísticas al amparo de la música. Ella lo planeó, en principio, como una forma de ensanchar el horizonte cultural de los alumnos de su cátedra del Conservatorio, pero la idea desbordó el ámbito académico convirtiéndose en un ciclo que se desarrolla del otoño a la primavera en el Palau de la Música, desde 1991 sin interrupción. Precisamente el martes día 7 tendrá lugar la primera sesión de la 27.ª temporada. Versará sobre «La zarzuela y la opereta», con la intervención de los cantantes Verónica Tello, Ana Soria, Consuelo Hueso, Antonio Iranzo, Manuel Mas, y el pianista José Madrid. A lo largo de casi tres décadas bajo la dirección de Ángeles López Artiga, «La Artes en paralelo» ha prestado atención a todas las modalidades culturales -literatura, artes plásticas, teatro, danza, oratoria, tecnología- en relación con la música. Y han participado personalidades de relieve nacional e internacional: escritores como Félix Grande o Jaime Millás; pintores como Joaquín Michavila; catedráticos y rectores universitarios; el actor Antonio Ferrandis; el actual director del Instituto Cervantes Juan Manuel Bonet y, del mundo musical, Miklos Szinetar, intendente de la Ópera de Budapest; José Lepore, director del Centro de Actividad Musical de la ciudad italiana de Cosenza; el musicólogo Ivan Nommik; y el maestro valenciano Enrique García Asensio. La dedicación entusiasta y el prestigio personal de Ángeles López Artiga han hecho posible la persistencia de esta empresa de alto nivel, cuyo balance -comunica su responsable- «es magnífico, con una acogida fervorosa del público, que llena siempre la Sala Rodrigo del Palau».
López Artiga tiene ahora otro motivo de legítima satisfacción: se acaban de editar tres de sus composiciones pianísticas de lírica, motivación que revela, además, sus dotes de escritora de sendas ilustraciones poemáticas. La difusión de todas sus obras, tanto en interpretaciones concertísticas como a través de Internet, es inmensa. «Estoy viviendo un momento muy feliz», confiesa. Y el martes, recuerde: a las 19.30 horas, «Las Artes en paralelo» inicia en el Palau su nueva temporada, que se prolongará hasta abril con una atrayente serie de conferencias y conciertos.
