En breves fechas tendrá lugar el Pleno de les Corts Valencianas donde se verá la votación sobre la nueva ley de coordinación de policía local después de casi dos años de trabajos intensos, con una importante participación de todos los actores en el ámbito de la seguridad local, ya sean ayuntamientos, sindicatos y asociaciones, también han habido aportaciones que se han hecho con carácter individual.

Sin embargo a pesar de todo este amplio abanico de participación es muy probable que esta sea la primera ley de coordinación de policía local que no es aprobada por unanimidad.

En 1999 se aprobó la última ley de coordinación. Una ley negociada por los sindicatos más representativos (CCOO y UGT) con el gobierno entonces del señor Zaplana. Una ley que supuso un paso importante en la configuración de los cuerpos de policía local y sobre todo en la mejor profesionalización de los mismos mediante el cambio de criterio en el ingreso en la escala básica de personas con una mayor exigencia de formación.

El acuerdo alcanzado con el gobierno del Partido Popular fue respaldado como no podía ser de otra manera por la izquierda en el parlamento valenciano tanto PSOE como Esquerra Unida aceptaron los argumentos que dimos en su favor UGT y CCOO. No parece que en esta ocasión nuestros argumentos sean de suficiente peso y calado como para que haya una reconsideración por parte tanto del PP como de Ciudadanos. Esto es lamentable y por ello al menos nosotros hemos tratado de aclarar dudas, acercar posiciones y motivar la convergencia.

Hasta el último minuto nos vamos a aplicar en ello porque creemos que esta nueva ley como lo fue la de 1999 es un paso adelante muy importante para la seguridad local como concepto de derecho básico de ciudadanía.

Todos los argumentos esgrimidos en su contra son fácilmente desmontables. Se reconoce públicamente que después del tiempo transcurrido desde la última ley, la sociedad valenciana necesita de una nueva ley de coordinación de policía local. Si esto es así, entonces hubiera sido preferible aplicarse en la mejora del texto más que en una posición de rechazo sin más.

Tras la aprobación de la ley se abrirá un camino de grandes retos puesto que la ley apunta en un sentido muy amplio hacia la asunción por parte de la Generalitat de sus responsabilidades en la materia preferida y por tanto la necesidad de entrar de manera inmediata en su desarrollo.