Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La inmovilidad perpetua

Una ciudad como la nuestra -«la hemos sudado, «València ens pertoca»-, no puede aguantar más los desmanes, los experimentos de los responsables de «movilidad» (un eufemismo más). Ellos están dando palos de ciego, con peregrinas justificaciones. Y los residentes y vistnates lo sufren. ¡Basta ya!

Como tienen el baile de San Vito quieren que todos bailemos al son que tocan, un, dos, tres, delante, detrás. Y así. ¿Cuántas veces han cambiado de sitio las paradas de la avenida de Càrcer (sí, va de Sur a Norte y es de la República). Y cuántos autobuses ha cambiado de trayecto o de número? Has de ir con el 28 a Burjassot si quieres ir a Pare Ferrís (basta cruzar el puente). Es letal, vaya equipo A (y cobran sueldos astronómicos de nuestros impuestos).

Estos esforzados guerrilleros, infiltrados en un ayuntamiento, que tomaron por asalto, ahora inventan la calle a tramos, unos 100 metros sí y otros 100 no. No lo he visto en toda Europa ni siquiera en la caótica Nápoles, donde di conferencias en el Politécnico en 1974. Vas un tramo, luego es calle salón, luego no puedes girar, ni volver atrás y si logras, con trampa, vas a parar al dédalo de plaza del horno de San Nicolás. Y agárrense. Anteayer un camión giró en el zigzag y se enganchó con un balcón. Resultado del surrealismo cotidiano. También nos avisa «espere verde» pero no avisa a los coches «no pases en rojo, tío».

Nos acaban de anunciar que nos pondrá cámaras, no para evitar robos, ocupas o pisos ilegales para turistas, sino para limitar la circulación. Grabará cada uno de nuestros pasos. Jura que es a petición de parte. Si los cogen los vecinos, los embrean y empluman.

Este concejal de cuyo nombre no quiero acordarme, es como el «perpetuum mobile», se ve que se aburre. Podríamos exportarlo y devolverlo a la Macerata. ¿Donde estaba le cuando tras el terremoto fuimos a reconstruir casa con Vanguardia Operaria y Lota Continua? En el limbo, y allí sigue. Va a destruir el centro de Valencia, él dice «Ciutat Vella». No quiero decir lo que se merece este aprendiz de brujo.

No hay manera de que una ambulancia sepa por dónde llegar y si es de urgencias, ya saben, puede ser fatídico. Los taxistas van locos, y más los nuevos, a pesar del GPS. Tendremos que hacer una movida, un cacerolada , un «escrache», una pintada. «El barri és nostre, els carrers també»

No vale decir que «si no les votamos volverá la derechona». Sucede que los «nuestros» no lo hacen bien. Y tiene y va a tener consecuencias, así van los sondeos. Con su pan se lo comerán. ¿Volverán veinte años más a la cuneta? Y dirán que el pueblo es ignorante. Ellos si que son unos pájaros de cuidado. No se les puede dejar solos. No se puede dejar la política en manos de los políticos. Se trata de nuestra calidad de vida, de qué queremos para vivir. No podedemos soportar más. Va a ser que no.

Compartir el artículo

stats