Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cuando los gobiernos miran para otro lado

No le demos más vueltas. Si los paraísos fiscales están ahí para quedarse es porque cuentan con que nuestros gobernantes harán al final la vista gorda.

Por mucho que muchos de ellos protesten de boquilla, lo cierto es que sin su consentimiento, esos territorios fuera de la ley habrían tenido que dedicarse desde hace tiempo a un turismo distinto del fiscal.

Lo demuestran una vez más las revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, a las que se está dando especial también en Alemania.

Los llamados "Papeles del paraíso" demuestran una vez más que hasta esos mismos Estados que con tanto proclaman la obligación de pagar religiosamente los impuestos incumplen luego lo que exigen a la ciudadanía.

Por ejemplo, la aseguradora de los Correos alemanes (Deutsche Post), en los que el Estado federal y varios "laender" tienen un 20 por ciento de participación, está domiciliada en un paraíso fiscal.

Cada euro que abona por sus servicios la empresa postal germana a la aseguradora Maria Falls Insurance no está sometido a tributación en Alemania.

Fraport, la gestora del aeropuerto de Frankfurt, de propiedad estatal, está domiciliada a través de tres sociedades pantalla en la isla de Malta, pero tiene además registrada otra empresa en Luxemburgo.

Cuando los Verdes, que entonces estaban en la oposición y hoy aspiran a entrar en el Gobierno, preguntaron en 2013 al ministerio de Finanzas del Estado de Hessen por esa circunstancia, la respuesta que recibieron fue que la empresa sólo procuraba "optimizar su posición fiscal".

Y están también los Landesbanken, es decir, bancos que pertenecen a "laender" alemanes, que tienen filiales o sucursales en Luxemburgo, Irlanda o Delaware (EEUU), donde apenas pagan impuestos.

Y, como se desprendió de anteriores revelaciones de ese consorcio de periodistas, algunos de esos bancos han creado sociedades pantalla para su adinerada clientela.

¿Qué señal está enviando a sus ciudadanos un Estado que presume de virtuoso como el alemán cuando tolera que empresas que le pertenecen eludan de esa manera el pago de impuestos? ¡Que no nos vengan, pues, con cuentos!

Compartir el artículo

stats