Esta semana, la Comisión Europea ha dado un paso decisivo para la aplicación de los compromisos suscritos por la Unión Europea (UE) en virtud del Acuerdo de París en lo que respecta al objetivo vinculante de reducir nuestras emisiones de CO2 en al menos un 40 % de aquí a 2030. En el mismo momento en que se está celebrando en Bonn la conferencia internacional sobre cambio climático, la Comisión da un paso decisivo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Y es que con la entrada en vigor del Acuerdo de París, la comunidad internacional se comprometió a pasar a una economía moderna e hipocarbónica, mientras que la industria del automóvil está experimentando una transformación radical. "Europa debe aprovechar la oportunidad que se le presenta para convertirse en un líder mundial, sobre todo en vista de que hay países como los Estados Unidos y China que están dando grandes pasos", añaden fuentes de la Comisión. Por poner un ejemplo: las ventas de la UE de turismos nuevos con respecto a las ventas mundiales han caído del 34 % antes de la crisis financiera (2008/2009) al 20 % en la actualidad. Así pues, a fin de mantener la cuota de mercado y acelerar la transición hacia los vehículos de emisiones bajas y nulas, la Comisión ha propuesto nuevos objetivos para las emisiones medias de CO2 de la totalidad del parque de turismos y furgonetas nuevos que se aplicarán, respectivamente, a partir de 2025 y 2030.