Mucho Netflix y tal, pero en la tarde del sábado se impone el maratón de Antena 3. Tres películas seguidas de trama conocida, de aquellas míticas de «Estrenos TV» de historia real y con mensaje final, tipo no sea infiel que será su peor desastre. Da lo mismo, dormirse en mitad de la primera, al principio de la segunda o al final de la tercera. Sofá y mantita y a ver quien aguanta más. La cadena de Atresmedia debería idear un concurso para los héroes que resisten las tres. Conozco a más de cinco que son expertos en ese tipo de cine para sestear. El programa triple de hoy parece insuperable, como siempre. «Almas gemelas» es la primera. Sarah está harta de las constantes infidelidades de su marido y le ha solicitado el divorcio. El resto se lo imaginan. Luego va «Hasta que la muerte nos separe», la protagonista vuelve a ser Sara, pero sin «h» final, una mujer con una dolencia cardiaca que acaba de contraer matrimonio con el jefe de cardiología del hospital del condado, y ya pueden suponer el desenlace final. Y cierra «La fuerza de una promesa», donde Ileana, la madre soltera del joven Alex sufre un trastorno a causa de un accidente. Menos mal que tras el atracón aparece Matías Prats, todo un profesional de la información, pero para alguien capaz de resistir tres soflamas puristas, Puigdemont y todo lo que le sigue debe parecerle una realidad paralela. Igual está en lo cierto, porque como sabemos desde Quentin Tarantino, la realidad siempre supera a la ficción.
